Los concursos de belleza son la catedral del patriarcado. No solo imponen cánones estéticos a los que todas las mujeres deben aspirar, sino que lo hacen por la vía de la exhibición, el juicio llevado hasta la (des)calificación y el establecimiento de una rivalidad entre mujeres. En tanto ellos viven el sueño de verlas desfilar ante sí para descartar a una belleza ante la aparición de otra. Entre estas competencias, sin duda, Miss Universo tiene el lugar de honor.
Y fue justamente en ese alcázar del patriarcado donde una mexicana lanzó la bomba que marcará un antes y un después en el certamen. La edición de este año se celebra (es un decir) en Tailandia. Allí, un empresario dueño de la organización del concurso hace las veces también de director general. En medio de una reunión pública buscó amedrentar y llamó tonta a la representante de nuestro país por no someterse sin chistar a las tareas que exigía a las misses. Pero la tabasqueña Fátima Boch decidió responderle de pie y llamarlo a guardar el respeto que como mujeres y representantes de su país merecen. El tipo la interpeló. Ella se salió del recinto sin dudarlo ni un minuto, y con ella más participantes y la propia Miss Universo actual. El violentador tuvo que renunciar.
Sin embargo, de forma casi simultánea, ocurrió lo que pareciera ser la imagen invertida que nos devuelve un espejo. La Presidenta de la República, la primera mujer en ocupar la más alta magistratura, decide recorrer a pie las pocas calles que la separan de la Secretaría de Educación. Ante la mirada de por lo menos decenas de personas, un individuo claramente intoxicado se acerca hasta ella. Le besa el cuello y la envuelve desde atrás con sus brazos con claras intenciones de plantar sus manos en los pechos. Es ella quien primero actúa para deshacerse del indeseable abrazo. El patriarcado actuando en el marco del más alto logro de las mujeres en nuestro país, la titularidad del Ejecutivo.
Desmantelar el patriarcado en el nodo de su poder, un éxito. Mantenerlo a raya en el entorno de la mujer más poderosa del país, derrota. ¿Será que Tailandia y México son las antípodas no solo en el sentido geográfico?
