El reportaje de Apolonia Amayo, quien revela la presencia China en el municipio de Tehuacán, tiene dos vertientes que vale la pena analizar a fondo. La primera tiene qué ver con la legalidad de la inversión, y la segunda con la falta de apoyo por parte del gobierno mexicano.
De entrada refleja el fenómeno de la globalización en el sector agrícola, que como ocurre en Guanajuato con la industria zapatera, debe ser un llamado de atención para los empresarios ante la presencia de los extranjeros que detectan oportunidad de negocio donde ellos no la ven.
Lo más fácil es enredarse en la bandera y denunciar la existencia de competencia desleal, cuando el origen puede estar relacionado con varios factores, 1) la visión de inversionistas chinos que arriesgan su dinero para hacer producir las tierras 2) o un verdadero dumping, como parece ser en caso del calzado.
Antes de esta investigación de mi compañera Polita, ella había entrevistado a un dirigente campesino que consideró irregular lo que estaba sucediendo en aquella región del estado, pero al conocer la cantidad de hectáreas (más de 500) suena a una cifra escandalosa.
Me imagino que las autoridades agrarias deben estar enteradas de esta situación, y que todos los contratos tienen su aval, para cuidar que no se aprovechen de la necesidad de los que prefieren rentar en lugar de trabajarlas como sería lo normal.
Cualquier operación con capital extranjero debe ser observada para evitar alguna anomalía, porque como se hace en otros sectores de la economía, las auditan para proteger a los mexicanos.
El texto de la reportera de Milenio Puebla explica que mientras los productores locales sólo trabajan dos siembras por temporada, en el caso de los chinos llegan a realizar hasta cuatro, lo que para algunos es una sobre explotación y según dicen representa un riesgo.
Eso quiere decir que, o utilizan tecnología para sacarle la mayor rentabilidad, o están produciendo de manera desproporcionada y podrían agotar las propiedades naturales de la tierra. Para llegar a una conclusión en un sentido o en otro, habría que hacer estudios a fondo.
En cualquier caso, el trabajo periodístico debe servir como una alerta para que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural o la dependencia competente averigüen qué procede en este caso, y despejar cualquier duda.