En el pasado reciente, la refinería Héctor R. Lara Sosa de Pemex en Cadereyta ha estado en el ojo del huracán al ser presuntamente responsable de generar la contaminación que impacta a la Zona Metropolitana de Monterrey.
Desde el lado oficial, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador ha exonerado a la planta y culpó a las pedreras que rodean la ciudad de ser las generadoras de la nube de polvos y tóxicos que afectan la calidad del aire que respiramos.
Sin embargo, en el Gobierno estatal tienen estudios de la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire y la NASA que apuntan a refinería, los cuales fueron presentados hace cinco meses ante el Juzgado Tercero de Distrito.
En su defensa, el entonces secretario de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, resaltó que industrias reguladas por la Federación son las principales contribuyentes a la contaminación (milenio.com 28/03/24).
Este viernes el colectivo Vibra Cívica, que encabeza Juan Carlos Pérez Góngora, dará a conocer la bases de la consulta ciudadana que llevarán a cabo, bajo la premisa que si bien no está en la agenda política de la 4T, definitivamente es del interés de los nuevoleoneses.
Entre sus argumentos, señalan que las instalaciones deben cerrarse por “razones de salud” y sobre todo financieras, porque de acuerdo con el estudio realizado por ellos, registra pérdidas anuales superiores a los 3 mil millones de pesos.
Por si fuera poco, según Juan Carlos, también es uno de los principales consumidores de agua (11 millones 232 mil litros diarios), y si bien Nuevo León acaba de superar la crisis hídrica, tampoco es del todo cierto que el problema se haya resuelto del todo.
De igual forma emite grandes cantidades de dióxido de azufre y partículas PM2.5 y PM10 que pudieran estar relacionadas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso cáncer, aunque científicamente éstas no hayan sido sustentadas.
Como se dice coloquialmente, Pérez Góngora le quiere dar al Gobierno federal el remedio y el trapito, pues entre sus propuestas es que los mil 930 trabajadores puedan ser enviados al complejo Dos Bocas en Tabasco para no afectar la producción ni generar desempleo. Es una disputa que se antoja difícil de ganar, porque al menos en estos momentos para la Cuarta Transformación la producción petrolera es un tema prioritario.