No me queda la menor duda, los mexicanos normalizamos muchas cosas que no deberían ser normales, y un ejemplo claro es el de la impuntualidad. Debo decir que toda la vida he sido un defensor de la puntualidad y la planeación, pues el margen de error se disminuye cuando programamos nuestras actividades y apostamos por la puntualidad.
Por eso hemos normalizado frases más vale tarde que nunca, o la trillada tarde pero sin sueño olvidando la regla de oro que reza: “Si estás 5 minutos antes estás a tiempo, si estás a tiempo, ya es tarde, y si estás tarde, ya no estás”.
Tenemos que recordar que cuando llegamos a un compromiso con tiempo de anticipación estamos disponiendo de nuestro tiempo, pero cuando llegamos parte, aunque sea un minuto estamos disponiendo del tiempo de los demás, olvide el tema del recurso económico, no hay nada más valioso que el tiempo pues es un recurso que no se renueva y estamos hablando de una fracción de nuestra vida que ya no va a regresar.
Tan hemos arraigado malas prácticas que para el 66 por ciento de la población legar tarde es parte de nuestra cultura y nuestra forma de ser, 18 por ciento de los encuestados en la entidad por la Concamin aseguraron que todos llegamos a ser un poco impuntuales, mientras que el 16 por ciento justifica la impuntualidad porque “la gente está muy ocupada”.
El 43 por ciento de las personas asegura llegar poco antes a sus compromisos y ese poco antes puede ser en tiempo y con un ligero retraso, sólo 24 por ciento llega 15 minutos antes, un 21 por ciento asegura que llega a la hora y 12 por ciento un poco tarde. Sumando las cantidades encontramos que el 76 por ciento de los ciudadanos ¡Somos impuntuales! en una medida u otra.
Como todo en esta vida el cambio hacia una nueva cultura de la puntualidad empieza desde la casa y si nuestros hijos ven que vamos corriendo a la escuela porque se nos hizo tarde, eso es lo que reciben como educación y nunca romperemos el círculo vicioso.
Entonces ¿más vale tarde que nunca?... si es tarde… ¡mejor nunca!
Miguel Ángel Puértolasmiguel.puertolas@milenio.com
