El presidente López Obrador arremetió de nuevo contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación al asegurar que los ministros gozan de privilegios por más de 73 mil millones de pesos, que por ejemplo palidecen frente a los más de 135 mil millones de pesos de la desaparición de fondos como el Fonden, de Salud para el Bienestar y el fideicomiso del Conacyt.
Vamos por partes, en primer lugar las cifras dadas a conocer por el jefe del Ejecutivo si hay alguien a quién reclamarle, en todo caso sería a sus propios diputados de Morena pues fueron (por ser mayoría) quienes aprobaron el presupuesto de egresos de todos y cada uno de los poderes, entre ellos el Judicial, ningún ente gubernamental se auto otorga recursos sin antes pasar por el supuesto escrutinio de los legisladores federales. Pero como el Congreso actuó como ventanilla de trámite, sin más pasó la propuesta.
Las cifras presentadas en la conferencia mañanera son públicas y cualquier ciudadano tiene acceso a conocer el destino de estos recursos, en cambio toda la información referente a contratos y los presupuestos destinados a las obras estratégicas del gobierno federal como por ejemplo el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, fueron catalogadas como de seguridad nacional, lo que permitió reservar la información referente al uso ¡de recursos públicos!
Ahí no hay transparencia ni manera de conocer a qué empresas se les destinaron los contratos, y no dudo que pudieran darse casos como los señalados en contra de familiares del presidente, hijos, hermanos y primos que han sido exhibidos por recibir contratos millonarios sin explicación alguna, o beneficios, y hasta bolsas de papel con dinero en efectivo para “apoyar al movimiento”.
Por cierto, me da más miedo que un funcionario apele a la miseria franciscana en cuanto a sus prestaciones y salarios pues esos recursos son públicos, mientras que los ingresos extra no lo son y vuelven rico a más de uno en el poder.
Luego entonces ¿ya murió la declaración de extinción de la corrupción?