¿Coincidencia o presión? Queda claro y evidente que la política de seguridad del gobierno de la 4T es una de bandazos, cuando pasaron del totalmente fallido abrazos y no balazos a enfrentamiento directo con criminales y el reforzamiento de los pertrechos con que cuentan las fuerzas armadas ante el poderío creciente de los grupos delictivos.
Ayer se dio otro bandazo y ahora sí no hubo orden presidencial que valiera, las fuerzas de seguridad de la nación detuvieron en Sinaloa a Ovidio Guzmán, alias El Ratón, identificado como el líder del grupo delictivo denominado Cártel de Sinaloa, hijo y heredero de uno de los criminales más sanguinarios que ha tenido el país, Joaquín Guzmán Loera El Chapo, sentenciado a cadena perpetua en los Estados Unidos.
A esta detención precede otra importante la de Antonio Oseguera Cervantes, hermano del Nemesio, identificado como líder del grupo delictivo Cártel Jalisco Nueva Generación, ambos los grupos criminales más grandes y peligrosos del país. Salta de manera inmediata la duda, sí la satisfacción de saber que algo se está haciendo, pues una de las demandas más grandes era la de la detención de cabezas de grupos criminales de alto nivel sin embargo no deja de sembrar la duda este cambio de política.
Y más cuando sabemos que la detención del hijo del Chapo y se da previo a la visita del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, una en la que se sabe que la inteligencia norteamericana ha sido la principal informante de la Marina Armada de México, principal cuerpo de combate a los grupos criminales misma que fue replegada y enviada lo más lejos posible de tierra durante la presente administración.
Al final vemos que la película se repite, narcos protegidos que de pronto dejan de serlo ante las exigencias del vecino del norte, no tengo la menor duda que hubo fuerte presión pese a ese tufo a complicidad que existe con el orden de Badiraguato, y la 4T no escapó a esto, queda claro que poco o nada han cambiado las cosas y este gobierno no tiene nada absolutamente nada nuevo que ofrecer diferente a lo que ya hemos visto con otros que hoy están en la oposición.
Miguel Ángel Puértolas
miguel.puertolas@milenio.com
