Iniciamos el 2024… Quienes tenemos la fortuna de vivir con salud y con proyectos en mente, tenemos también la responsabilidad de compartir nuestras experiencias, cada año es una oportunidad nueva para aprender, nunca se termina de adquirir conocimiento, y uno nunca debe dejar de sorprenderse con cada amanecer.
Cada paso que uno avance en esta vida debe ser la gran oportunidad para aprender algo nuevo, y ese aprendizaje sin duda traerá experiencia frente al camino que estamos por andar. Es por eso que comparto un poco de lo que aprendí en 2023.
Así que, el año que se fue me enseñó: que la vida son momentos que se van como agua entre las manos, que cada segundo que llega es más importante que el que acaba de correr; que las únicas personas que importa tener a tu lado son a las que amas; que nada te pertenece, todo es efímero y hay que disfrutarlo mientras esté, no desperdicies tu tiempo.
Que la lealtad es un valor que se ha perdido y ser leal debe defenderse con la vida; que tus amigos no son necesariamente de verdad y tus enemigos siempre son reales; que así como hay gente que te ama, también hay quien te odia y te envidia; que en ese grupo están los camaleones que muy rara vez te lo harán saber de frente y que las traiciones duelen, pero nunca deben hacer que te rindas, la fe mueve montañas.
Que una relación se construye todos los días con amor pero también con complicidad y que la clave de que esta dure tiene que ver con un trabajo en equipo y equilibrado. Que es falso que todo sean abrazos y caricias, requiere trabajo, paciencia y entendimiento; eso corresponde a dos que buscan el mismo objetivo, llegar juntos al final de sus días.
Que las adversidades son retos y no necesariamente castigos o “karma”; que un mal día puede ser una bendición disfrazada, aunque no siempre lo sea; que enojarse por no tener equivale a no ser feliz nunca, ¡aprecia lo que posees! Quien no es feliz con lo que tiene, no lo será con lo que adquiera y eso no significa conformarse pues esa dicha te lleva a buscar más. Que no importa cuánto ganes, sino qué tan feliz has hecho a los que te rodean con ello, es el verdadero valor de la riqueza.
Que no debes de correr tu carrera mirando a los lados, ve al frente para no caer; que no debes compararte, cada quien corre su propia carrera y son caminos diferentes, la competencia es sana mientras no sea comparativa, las circunstancias en cada vereda son diferentes. Nunca dejes de luchar, perder una batalla no significa perder la guerra.
Bienvenido 2024… Bienvenidas tus enseñanzas.