Hoy tenemos en la escena a 3 reales y otros 3 invitados a la fiesta para elegir al personaje que pomposamente han llamado a ser el “coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación”.
Lo primero que me preguntaría es ¿qué son los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación? Mario Delgado, presidente de Morena, ha asegurado que son comités de reflexión para defender al Presidente y sus políticas, sin embargo no es otra cosa que la estructura territorial de este partido con miras al proceso de este 2024, o séase que no se trata de otra cosa que, quien resulte el dichoso coordinador no será más que el candidato a la presidencia que aglutine los esfuerzos de estos comités que nos aseguran habrá por lo menos 10 por cada distrito electoral federal destinados a la movilización en favor de Morena.
Bien, entonces Morena actúa en la raya, monta un teatro en el que juega a la campaña por coordinar una figura de su partido, cuando en realidad adelanta una enorme movilización para mantenerse con una posición privilegiada, sin que esté por encima de las mañaneras claro, en la opinión pública y en la conversación cotidiana, promoción que juega en la línea de no violentar la ley, nomás tantito.
Pero otra pregunta que me brinca es ¿defensa de la 4T de qué? No se supone que son los paladines de la anticorrupción, no se supone que son los que llegaron para cambiar a México y que generarían las condiciones para mejorar la vida de millones, si lo están haciendo como dicen entonces ¿de qué la van a defender?
Claro que lo primero que responderían desde el púlpito de Palacio Nacional sería que están defendiéndola de los conservadores, sí de todos aquellos que buscan la transparencia, de los padres que claman a gritos medicamento para niños con cáncer, de las familias de desaparecidos que claman justicia, de los miles de víctimas que han sufrido la muerte de un ser querido de manos de los delincuentes, los casi 60 millones de pobres que siguen ahí pese a la promesa de un mundo mejor, pues para la 4T toda manifestación de los aquí señalados viene del conservadurismo más radical.
Caray, sí, todo parece indicar que quien le toque sacarse la rifa del tigre de defender a la cuarta transformación tiene una tarea titánica, de descontento frente al pueblo bueno que no hace más que ver pasar promesas no cumplidas en 5 años.