Las declaraciones vertidas por el gobernador hace unos días en donde pidió a los partidos políticos no postular a criminales, sino a candidatos medianamente limpios, se puede interpretar como que la autoridad estatal tiene información al respecto y no estaría nada mal que empezaran a tomar cartas en el asunto, pues lo dicho por Diego Sinhue no debe tomarse a la ligera, pues sospecha de que el crimen está detrás de algunos aspirantes, la hay.
No podemos darnos el lujo de no solo tener en algunos casos candidatos corruptos (la lista puede ser muy larga) y agregar a esta nefasta fórmula la de candidatos criminales que terminan poniendo al servicio de los cárteles la infraestructura y administración de recursos convirtiendo por ejemplo la obra pública en una lavandería de dinero.
Tal vez en esta elección más que nunca se cierne la sombra del crimen organizado sobre las elecciones, si bien es cierto no se tienen indicios claros de una intervención en el proceso electoral o en la jornada con la finalidad de alterar los resultados si se tienen sospechas de otro tipo de maniobras en las que pueden operar para favorecer a impresentables.
Algunos retos a los que se enfrentan los capacitadores, por ejemplo, acudir a zonas donde hay una alta presencia de criminales en donde se les condiciona la entrada para impartir las líneas de acción que deberán ejecutar los funcionarios de casilla, especialmente en la zona más violenta del estado la Laja-Bajío. Se les ha detectado incluso habitando inmuebles que están destinados a ser casillas para la elección.
El crimen organizado tiene sus propias bases sociales que puede movilizar para beneficiar al candidato de su preferencia para verse favorecido con la imposición de funcionarios en caso de ser electo, en especial en las presidencias municipales donde lo que sobra es la designación de titulares de obra, seguridad o policía que terminan “recomendados” por quienes apoyaron a tal o cual candidato.
Lo más preocupante es que han salido a la luz pública casos en donde evidentemente hay una mano negra detrás de estos alcaldes y no se ha procedido en contra de ellos.
