El poder del perro

No, no hablamos de la película que mañana podría arrasar en la entrega del Oscar, sino de una de las posturas de yoga más conocidas y benéficas.

El perro no solo es el mejor amigo del hombre. En Yoga, Adho Mukha Svanasana, el Perro mirando abajo, es una de las posiciones más utilizadas ya sea como postura de transición en los saludos al sol o en vinyasas, o como pose de descanso, aunque para los yoguis principiantes, al ser una postura de flexión hacia delante y semi invertida, donde la cabeza está por debajo del corazón, de descanso no tiene nada. Adho Mukha Svanasana es una de las muchas posturas de yoga que, emulando actitudes y estados de conciencia a través de la forma que adopta el cuerpo, hace referencia a la energía de un animal y sus características tanto físicas como espirituales.

El Perro mirando abajo, emula a los perros cuando se estiran y es la variante más conocida de las tres que llevan la conciencia de este animal. Adho, en sánscrito significa hacia abajo, mukha significa cara y svana significa perro. De acuerdo con algunos yoguis, si solo se pudiera ejecutar una postura al día, Adho Mukha Svanasana sería la mejor opción, debido a que prácticamente todo el cuerpo se activa, no solo estirándose, sino también fortaleciéndose y tonificándose.

La segunda variante es Urdhva Mukha Svanasana, el Perro mirando arriba, una postura similar a la Cobra, pero distinta en tanto que en la postura del Perro los únicos apoyos son los pies y las manos.

La tercera variante es Eka Pada Adho Mukha Svanasana, la postura del Perro de tres patas, donde, a diferencia del Perro mirando abajo, solo se apoya una de las piernas. Lo importante en estas dos posturas es mantener la pelvis alineada, de forma que al elevar el coxis o la pierna hacia atrás, no se abra la cadera.

La Postura del Perro, en sus tres modalidades, aporta muchos beneficios: libera tensión y estrés, estira y flexibiliza hombros, cadera, y extremidades, mejora la digestión y el tránsito intestinal, alivia el dolor de espalda, mejora la postura y la circulación sanguínea hacia el cerebro, estira de manera profunda la columna vertebral y fortalece tobillos y muñecas. La postura aporta energía y rejuvenece además de calmar la mente.