Estamos a casi nada de que la Selección Femenil Puebla se corone bicampeona de la Superliga de la Liga Mexicana de Futbol Femenil (Limeffe). Es más, si ustedes ven este texto el domingo, ya habremos sabido el resultado. Así son los medios: fugaces y fascinantemente inmediatos.
Un bicampeonato puede decir muchas cosas: que un equipo está bien afianzado, bien preparado, apoyado y entrenado. Pero para la Selección Femenil Puebla "para nuestras "Chinas"-, significa ser el equipo femenil profesional más consolidado de México. Es cierto, el futbol femenil no tiene los mismos parámetros o presupuestos que el varonil. No obstante, la Femenil Puebla ha llegado hasta donde nadie se ha atrevido a llevar a un equipo de jóvenes poblanas: a la antesala de la Liga MX, de primera división.
Entonces, nosotros podríamos suponer que los equipos de chicas se esfuerzan más que los de chicos: sí. Es más difícil materializar sus triunfos, más difícil salir de casa a entrenar todos los días. Incluso, dejar a los hijos para ir a los partidos. Como en todos los ámbitos sociales, también se sufre de la discriminación de género. Del "futbol de viejas", del "mansplaining" de aficionados "la mayoría varones- que creen saber, mejor que el cuerpo técnico, cómo tratar a las jugadoras. Incluso, con la violencia desmedida en los partidos.
En el juego de ida, en el Estado de México, contra Fundación Real Madrid, el ambiente subió de tono como en todos los partidos de futbol, más en los de Superliga. Al finalizar el partido, la porra del equipo contrario arremetió en contra de la abanderada del juego. Le aventó una botella. Así, sin más. "Porque podía". Mientras tanto, si en algo podemos presumir, es que en los humores de la afición, y su ansia de protagonismo, se sufren igual en el futbol varonil y femenil. Entre las jugadoras, indefensas ante las direcciones técnicas que deciden con el hígado sus futuros, no con el cerebro. Así es la violencia: visceral y sin vergüenza por el público.
Espero que el modelo que hemos querido proponer con la Selección Femenil Puebla sea, más que campeón, ejemplo de cómo se deben forjar los liderazgos dentro y fuera de una cancha. Queremos un equipo bicampeón, pero queremos también mujeres poderosas, fuertes, apoyadas, bien plantadas. Que sean ejemplo a seguir, no que lamentar. Espero que la Selección Femenil Puebla siga dando mucho de qué hablar, pero bien: por su porra apasionada, pero respetuosa. Por su garra que supera a la de cualquier liga varonil, sin los recursos que ellos tienen. Por su estrategia, pero "sobre todo- por su corazón: por amar con pasión lo que hacen todos los días y entregárselo a todos.
Por cierto, Colombia acaba de cerrar esta semana su primer torneo profesional de futbol femenil. 33 mil personas fueron a ver el partido. Queremos verlos en el Cuauhtémoc, gritar en apoyo a Las Chinas, en apoyo a SU Selección Femenil Puebla.
Nos escribimos luego. Con el bicampeonato.
Twitter: @mariela_soro