Los llamados chapulines, algunos les dicen cucarachas, son esos políticos del PAN, PRI, PRD que se arrastran para entrar en una nueva cueva.
Qué después de décadas de estar en esos partidos y viendo que se les estaba acabando el “hueso” migraron a Morena.
Para ellos fue fácil la decisión: les ofrecieron embajadas, candidaturas plurinominales, no revisar sus cuentas, ni pecados.
Nunca como ahora la frase de Porfirio Díaz se hace vigente “ese gallo quiere maíz” y el gobierno les daba prebendas, como ahora lo hace Morena, pero claro tenían que bailar al tono que les dijera el mandatario.
Otra frase “Pan y Palo” la cual se aplica muy bien a las cucarachas. A los que no aceptan entrar en el redil, saben que van a tener “Palo”: saldrán a la luz sus negocios:
limpios y sucios, Hacienda irá tras ellos, sus cuentas en el extranjero, sus propiedades y sus nexos con esas fuerzas oscuras que asolan el país aparecerán en todos los medios: los tradicionales y los digitales.
Estas cucarachas migran al mejor postor y se disfrazan según ellos de “pueblo bueno”.
Algunos se autonombran “el chico del barrio”, otros bailan para conectar con el pueblo, bastante mal por cierto y hacen otras locuras que caen en lo ridículo. ¿Todo lo que dijeron por años fue mentira?
¿No les importó traicionar a sus electores que los apoyaron? ¿Morena cambió su cartilla moral por otra a modo? Pues sí, así fue.
El 2 de junio serán las elecciones. Dos proyectos a votar.
Vota este 2 de junio, invita a tus hijos, nietos y a sus amigos.
Vamos por un México libre y sí, vamos por el voto útil por un México libre y con democracia.
