En la soledad de la mampara ubicada en su casilla, lejos de la mirada de los cientos de fotógrafos y camarógrafos que le acompañaron a votar, Andrés Manuel López Obrador tomó el marcador negro del INE y marcó un espacio en la boleta electoral que le llevaría a ser parte de la historia de México.
Tal vez entusiasmado por la inminencia de su victoria, López Obrador no resistió el impulso de poner una cruz sobre su nombre y así sumar su voto a los más de 30 millones que se marcaron a su favor en la jornada del 1 de julio de 2018.
No puedo asegurar que AMLO votó por sí mismo. No en vano el voto es secreto, lo cual me parece lo correcto. Lo que sí puedo señalar es que López Obrador incumplió una promesa lanzada apenas unos días antes, durante su cierre de campaña en el estadio Azteca: votar por Rosario Ibarra de Piedra.
Fue el propio AMLO quien dijo que cruzaría la boleta electoral en favor de la activista en contra de las desapariciones forzadas a manos del Estado. En un momento de su discurso en el estadio Azteca, López Obrador hizo referencia a diferentes personajes que han luchado en favor de la democracia y de las libertades, y en su lista mencionó “a Doña Rosario Ibarra de Piedra a quien rindo un homenaje. Les adelanto que el primero de julio voy a votar por ella”.
Pues bien. En las copias que existen de la casilla 359 Contigua 1, la cual se ubicó en el número 2416 de la avenida Insurgentes, en la Ciudad de México, nadie votó por candidatos independientes. Esa es la casilla donde votó López Obrador.
Los videos que siguieron en la casilla al ahora virtual presidente electo muestran cómo el tabasqueño tuvo algunas dificultades para acomodar el velo que impide ver cómo se vota, y luego de cruzar las boletas, las colocó en las urnas correspondientes. La boleta presidencial, doblada, fue colocada por AMLO en su lugar, sin que nadie pudiera ver su intención de voto.
Pero las actas de la casilla 359 Contigua 1 son contundentes. Nadie, votó en el espacio para los candidatos no registrados, que es el sitio donde AMLO debió haber anotado el nombre de doña Rosario Ibarra de Piedra. En las actas digitalizadas de esa casilla aparecen 261 votos para AMLO (ganó en su casilla, por cierto), pero cero votos para cualquier ciudadano no registrado en la boleta.
Es lo del voto de AMLO sólo una anécdota curiosa en una jornada electoral histórica. Andrés Manuel López Obrador ganó la presidencia de manera contundente, al grado que sus rivales reconocieron su derrota la misma noche del 1 de julio.
Pero el voto de AMLO para doña Rosario Ibarra se quedó sólo en el discurso.
El banquillo
Y sigue la mata dando.- Imparable la impunidad en materia de asesinatos en Jalisco. Este fin de semana se supo de una vivienda en cuyo jardín fueron encontrados diez cuerpos sepultados de manera clandestina, los que parecen ser de víctima del crimen organizado. ¿Será posible detener a los causantes de dicho horror?
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