Cultura

El reto y la maravilla del TDAH

¿Alguna vez te has preguntado qué siente un estudiante que no logra concentrarse aunque lo intente con todas sus fuerzas?

¿Has pensado en lo que ocurre dentro de la mente de una persona que parece distraída, pero en realidad está procesando diez ideas al mismo tiempo?¿Podrías imaginar cómo cambiaría la educación si en lugar de etiquetar, aprendiéramos a acompañar?

Los docentes enfrentamos cada día el reto de trabajar con grupos diversos, donde las necesidades individuales son tan amplias como los sueños de quienes se sientan frente a nosotros. Entre esos retos, los alumnos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ocupan un lugar especial. No porque sean un “problema” en el aula, sino porque nos obligan a replantear qué significa enseñar: ¿se trata de transmitir contenidos o de guiar talentos?

En mi experiencia como maestra, he tenido la fortuna de dar clases a personas neurodivergentes. Y cuando digo fortuna, lo digo con el corazón. Cada alumno con TDAH me ha enseñado a mirar la vida con otros ojos: con más movimiento, más colores y más preguntas.

He aprendido que no existe una sola forma de aprender, así como no existe una sola forma de soñar. Ellos me han mostrado que lo que algunos llaman “distracción” puede convertirse en creatividad; lo que otros llaman “inquietud” puede transformarse en energía para emprender proyectos únicos.

Lo cierto es que, como mentores, podemos potencializar esos talentos si ofrecemos estructura y acompañamiento. Estrategias sencillas como dividir las tareas en pasos pequeños, usar apoyos visuales, permitir pausas activas y reforzar positivamente cada logro marcan una diferencia profunda en su experiencia escolar. No se trata de bajar la exigencia, sino de abrir más caminos para que lleguen a la meta.

Lejos de ser una barrera limitante, el TDAH, cuando se detecta a tiempo, puede ser una puerta maravillosa para abrirse paso en la vida con ingenio, resiliencia y creatividad.

Así lo plantea Edward M. Hallowell en su libro "Enfocados en la distracción”, donde muestra cómo la energía y la capacidad de pensar “fuera de la caja” de quienes tienen TDAH son un recurso invaluable en una sociedad que cada vez necesita más innovación y menos conformismo.

El reto para nosotros, docentes, es dejar de mirar la diferencia como déficit y empezar a verla como un lienzo en blanco. Cuando acompañamos con empatía, cuando adaptamos nuestras metodologías sin perder el rigor académico, descubrimos que el aula se convierte en un espacio de equidad y creatividad. Y ese descubrimiento también nos transforma a nosotros.

Hoy puedo afirmar con certeza que no hay alumno imposible, solo estrategias que aún no hemos explorado. Y que ser maestro no es enseñar a todos por igual, sino aprender a mirar a cada uno.

Y por experiencia propia sé que se convierte en una fortaleza, si aprendes a reconocerlo. Esa fue la razón por la que aprendí a ser más empática, más creativa y más persistente; y lejos de frenarme, me dio el impulso para convertirme en maestra y acompañar a quienes también buscan su lugar en el mundo… porque en la diversidad de nuestras mentes, está la verdadera riqueza de la educación.


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Magda Bárcenas Castro
  • Magda Bárcenas Castro
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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