El 2025 estará marcado por diversos logros y desafíos para el país, pero será recordado, sin temor a equivocarme, por ser el primer año de gobierno de la primera Presidenta de México. Este hecho es un parteaguas en la vida de nuestro país, que en más de 200 años de vida independiente nunca había tenido a una mujer al frente del Ejecutivo. Y no cualquier mujer, sino a una científica con un profundo sentido de justicia social.
A lo largo de los años he podido constatar la solidez de sus convicciones, su compromiso con la democracia y la defensa de la soberanía nacional. Su liderazgo combina eficiencia, rigor técnico y un profundo amor por el pueblo. Ha caminado y compartido con el ex presidente López Obrador su visión, principios y valores, por ello es natural que este primer año sea de continuidad y consolidación, pero con énfasis y ritmo propios.
El cierre de año nos permite reflexionar sobre avances y retos. Venimos del logro más importante de las últimas décadas: 13.4 millones de personas salieron de la pobreza entre 2018 y 2024, logrando el nivel más bajo de desigualdad desde hace cuatro décadas; con resultados así, la política humanista merece y debe seguir avanzando. A partir de ella, la Presidenta impulsó 19 reformas constitucionales y 40 nuevas leyes que fortalecen la justicia, la participación ciudadana y el carácter público de nuestras empresas energéticas.
Lanzó nuevos programas sociales —apoyo a mujeres de 60 a 64 años, Beca Rita Cetina, Salud Casa por Casa—; el empleo formal alcanzó un nuevo récord en octubre, 22.6 millones de personas afiliadas al Seguro Social, y se redujo la inseguridad con una caída de 21 por ciento en delitos de alto impacto de octubre de 2024 a julio de 2025. Impulsa la recuperación de los trenes de pasajeros, el desarrollo de 23 Polos de Desarrollo y ha realizado una gran labor de negociación ante nuestro principal socio comercial, Estados Unidos. Como resultado, hay confianza en nuestro país, la Inversión Extranjera Directa sumó casi 34 mil millones de dólares a junio de 2025, tenemos una de las monedas más estables del mundo y la inflación está controlada.
En el sector energía se recuperó la rectoría para el Estado y los resultados son evidentes: este año entraron en operación cuatro nuevas centrales eléctricas y se modernizaron tres más, agregando 2 mil MW de capacidad en beneficio de casi 10 millones de hogares.
Inició la licitación de cuatro centrales de ciclo combinado, en Guanajuato, Sinaloa, Hidalgo y Tamaulipas, y de la secuencia 3 de la central fotovoltaica Puerto Peñasco; así como de la central de combustión interna en Los Cabos, cuyos procesos se estiman concluir entre diciembre y enero próximo, y aportarán 3,106 MW adicionales.
Además, se publicó la primera convocatoria para proyectos privados de generación renovable para avanzar en la meta de transición energética a 2030: al menos 35% por ciento de energía eléctrica limpia. El nuevo marco jurídico del sector energético da certeza y estabilidad para todos.
Se incrementó la producción de hidrocarburos, hasta 1.74 millones de barriles al día, cerca de la meta de 1.8 millones; las refinerías procesan 44 por ciento más petróleo y producen 40 por ciento más combustibles. Y con la rehabilitación de los complejos petroquímicos Morelos, Cangrejera y Escolín incrementó 15% por ciento la producción de amoniaco y 150 por ciento la de óxido de etileno, esenciales para producir fertilizantes.
Para impulsar la justicia energética, se mantuvo el precio de la gasolina regular debajo de los 24 pesos por litro, el de Gas LP por debajo de la inflación y, con los subsidios eléctricos, los hogares pagan, en promedio, 47 por ciento menos en su recibo de luz; el programa de Techos Solares reduce la pobreza energética y, con más de 11 mil obras de electrificación rural a cargo de la CFE, alcanzamos la mayor cobertura eléctrica de la historia: 99.73 por ciento.
Este año ha sido histórico, no sólo por lo que representa para el país y las mujeres, sino también por las profundas transformaciones realizadas en tan poco tiempo. La Presidenta encabeza un gobierno serio, ampliamente respaldado y comprometido con la justicia, el medio ambiente y el bienestar del pueblo de México; por ello, el sábado 6 de diciembre estamos todos convocados a celebrar 7 años de esta gran transformación.