Ya aquellos años en que la muerte se aparecía a la vuelta de cada esquina se terminaron, pero ahora se siguen presentando decesos en la región lagunera, en los diferentes municipios, algunos violentos, otros más se suscitan en accidentes viales, otros más arrollados por el tren, sin faltar los que pierden la vida por balas o armas blancas.
En estos días en que corre el agua por los canales de riego se han presentado personas ahogadas, así como en los parajes del Nazas.
Este fin de semana hubo dos hombres que perdieron la vida luego de presuntamente ser atropellados por el tren en terrenos del municipio de Francisco I. Madero.
En terrenos del ejido El Refugio, en Lerdo, un hombre fue sorprendido por sujetos en un auto cuando caminaba tranquilamente, quienes lo privaron de la vida al dispararle en varias ocasiones.
En un paraje del Río Nazas en Villa Juárez, Durango, un joven de 19 años de edad murió en forma trágica, ya que tras acudir a disfrutar de una convivencia con amigos, se metió al río para tratar de salvar la vida de una de sus acompañantes.
Fueron las fuertes corrientes las que provocaron que se ahogara y su cuerpo desapareciera.
En Gómez Palacio un jovencito de 17 años, al parecer le hacía falta dinero y por ello decidió asaltar a los encargados de una tienda de autoservicio, así como a los clientes, utilizando un cuchillo.
Para su mala fortuna por el lugar pasaba una patrulla y los elementos de inmediato le pidieron que se despojara de su máscara, para proceder a su detención y traslado a los módulos de seguridad pública.
Pero además, en los diferentes municipios no dejan de presentarse choques-alcance, choques frontales, percances entre autos y motociclistas, así como volcaduras, muchos de estos accidentes se han presentado por culpa del exceso de velocidad y el consumo de alcohol.
Las autoridades colocan retenes, realizan campañas para concientizar a los conductores y pasan los años y los decesos por diferentes causas se siguen presentando en toda La Laguna.
Se dice que hace falta cultura y la verdad que lo que hace falta es que se aplique la ley en toda la extensión de la palabra.
Walter.juarez@milenio.com