No cabe duda que las lluvias por más que se tarden, al final llegan y tampoco cabe duda que se presentan en forma cíclica.
Ya habíamos comentado que pasan varios años antes de que la naturaleza haga su trabajo y después de mucho tiempo que no llovía como en los últimos días, las precipitaciones han provocado que las presas en Durango tengan un llenado muy rápido gracias a los escurrimientos, pero las mismas también han provocado en la misma entidad afectaciones, daños a la infraestructura carretera, inundaciones en diferentes tanto en el área urbana como en la rural.
Estas lluvias han provocado el crecimiento de los ríos, que el agua destruya puentes y lo más triste, que arrastre personas y las mismas pierdan la vida, como en el caso de la familia que intentó cruzar la corriente en su camioneta y la fuerza del agua se la llevó.
En La Laguna se volvieron a presentar precipitaciones, sin que causaran daños en municipios como Lerdo, Gómez Palacio o Matamoros, mientras que en Torreón el sector oriente fue el más afectado con inundaciones, además hubo muchos encharcamientos y por si algo faltara, provocaron daños a las obras del desnivel Independencia y calzada de abastos.
Lo bueno de todo, es que el almacenamiento de las principales presas del estado de Durango se están recuperando, algunas ya se llenaron y otras como la Lázaro Cárdenas conocida también como El Palmito, ya subió su captación y se encuentra arriba del 30 por ciento, mientras que la Francisco Zarco, está ya sobre el 55 por ciento.
Estas lluvias para muchos son atípicas, ya que habían pasado varios años sin que las mismas se presentaran en la sierra y sus escurrimientos ayudaran al llenado de las presas.
Hasta ahí todo está muy bien, pero en el estado de Durango la gran cantidad de agua que ha caído, ha provocado que comunidades se inunden, que sus calles se conviertan en ríos y la fuerza del agua provoque destrozos a su paso.
Se dice que apenas es el principio y es que se esperan más precipitaciones tanto en Coahuila como en Durango y por lo cual se confía en que en las presas los vasos puedan estar a su máxima capacidad y lo mejor, que el año que entra se presente un ciclo agrícola normal.
Walter.juarez@milenio.com