Muy rápido se está pasando el año 2024, ya estamos en el mes de junio, en muchas instituciones educativas ya están llegando a su fin las clases, por lo que se viene la temporada de graduaciones y es ahí en donde muchos padres de familia empiezan a sufrir.
Saben que hay que sacar dinero para los papeles del graduado, pero además, para pagar los gastos del salón, alimentos de toda la familia, sin olvidar uno que otro invitado y los padrinos.
No cabe duda que las tarjetas de crédito se han convertido en el mejor aliado de muchos papás, ya que gracias a ellas pueden hacer gastos de última hora, pueden pagar los vestidos para la cena de gala, además, las rentas de las togas y los birretes, sin olvidar una “pizcachita” para pagar a los músicos que habrán de ambientar la cena de graduación.
Pero los gastos no solamente son a nivel universitario, también los estudiantes de preparatoria, secundaria, primaria y hasta de kínder desean tener sus festejos, y son algunos papás los principales promotores, ya que con algo que sueñan es ver a sus hijos formarse, salir siempre con un diploma, un certificado, un reconocimiento para saber que pasó de nivel.
Es por ello que los gastos vienen fuertes, ya que no hay papás que no quieran festejar a sus pequeños, sean de kínder, preprimaria, primaria y no se diga tras culminar una carrera universitaria.
Se están viviendo tiempos difíciles, ahora si como dicen no hay dinero que alcance, ya que todo ha subido de precio y comprar un vestido para una niña, puede costar lo mismo que el de una jovencita y más cuando se conoce que a las muchachitas de todas las edades les interesa ir a la moda, bien presentables y buscando siempre sobresalir entre sus compañeras.
Los niños son más fácil de vestir, pero también hay algunos que son de los que les gusta traer ropa de marca, igual que los zapatos y si se les atraviesan unos buenos lentes, no les dirán que no.
Es por ello que muchos padres de familia saben que después del Día de la Madre y quedar sin lana, no queda más remedio que arrancarle otro pelo al gato y utilizar el poder de su firma, aunque ya no es firma, es su número secreto y pagar con las tarjetas de crédito todos los gastos que se avecinan
Walter.juarez@milenio.com