Ciencia y Salud

Saber conversar

  • Para Reflexionar
  • Saber conversar
  • Luis Rey Delgado García

Piense en una ocasión cuando participó en una conversación significativa en la que aprendió algo nuevo o salió con ideas novedosas. 

Seguramente se sentó a tomar un café y platicó con alguien a quien le tiene confianza: ¿Cuáles fueron las cualidades o características esenciales que hicieron eso posible?

¿La confianza? ¿El escuchar con atención? ¿La sinceridad? ¿La apertura de ánimo? ¿El ambiente propicio? ¿El afecto? ¿La empatía? 

Quizá una o varias características o cualidades de esa conversación tuvieron el efecto de construir ideas, aclarar dudas o tomar decisiones.

Se ha comprobado que la mayoría de las personas sólo escucha el 50% de lo que se les dice. 

Porque escuchar significa atención desde uno mismo hacia los demás y la mayoría de nosotros preferimos hablar. 

Sin embargo, es sabido que una buena conversación es promotora de lo mejor de las personas, una buena conversación nos hace descubrir algo nuevo de nosotros mismos y encontrar incluso soluciones a nuestros problemas y conflictos.

Las buenas decisiones generalmente las tomamos después de haber consultado, a través de la conversación, con los que consideramos nos conocen o saben acerca del tema que nos ocupa para decidir. 

Una conversación significativa, nos da nueva luz a los sucesos, situaciones o problemas, un enfoque diferente, una perspectiva más amplia, incluso podemos ver realidades que no habíamos visto antes.

Una característica o cualidad elemental de la conversación es sin duda el escuchar con atención, crucial que desarrollemos una buena capacidad de atención para escuchar, pues con un poco de esfuerzo, todos podemos elevar nuestro nivel de conversación.

Escuchar “entre líneas”, analizando al mismo tiempo el lenguaje corporal. 

A veces un tic o una posición extremadamente tensa revelan más que mil horas de indagaciones.

Pero quizá el tipo de atención más importante, se llama también atención “empática o simpática” (en sentido literal) y en este caso escuchamos participando de las ideas y emociones del otro. 

Sólo con escuchar intensamente lo que tiene que decir, se está ayudando a los demás a que saquen sus propias conclusiones.

Una buena conversación se orienta generalmente a construir relaciones de confianza, sinceridad y empatía, lo cual acerca a las personas y las hace significativas, en una conversación se aprende, mediante el diálogo, se exploran posibilidades u oportunidades, se llega a las mejores conclusiones o decisiones y se establecen planes de acción, además de encarar obstáculos y solucionar problemas.

Cuando hemos tenido una conversación significativa, de la cual aprendimos y salimos de ella fortalecidos, sabemos que ha valido la pena.


luisrey1@prodigy.net.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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