Ciencia y Salud

Corrupción

  • Para Reflexionar
  • Corrupción
  • Luis Rey Delgado García

Palabra castellana de origen latino, que significa "destruir", "arruinar", "enturbiar", "echar a perder", "falsificar", "viciar", "depravar". 

El diccionario señala las siguientes acepciones: "Alterar y trastrocar la forma de alguna cosa. 

Echar a perder, depravar, dañar, podrir, sobornar o cohechar al juez o a cualquier persona, con dádivas. Estragar, viciar, pervertir. Oler mal”. "Corrupto: dañado, perverso, torcido". 

El horizonte de las acepciones de la palabra corromper es muy amplio. 

En todo caso se trata generalmente de una situación moralmente despreciable, negativa e indeseable. "Podrir", “putrefacto” equivale a lo contrario a la vida. 

Es precisamente lo que sucede a una sociedad en que la corrupción se generaliza.

El tema de la corrupción es pluridimensional y multifactorial. Influyen en ella factores personales y sociales, derivados de falta de formación moral. No es sólo un problema circunscrito a un país, sino que tiende a ser "transnacional". 

Poner atajo a la corrupción supone acciones concertadas y convergentes, sistemáticas, congruentes y de largo plazo.

Lo primero es la formación moral, fundada en principios firmes y no "conveniencias". Nada puede suplir la reciedumbre moral para contrarrestar la corrupción. 

Si no hay limpieza de corazón, algo se obtiene por la vía de la coacción, pero los logros serán siempre frágiles y se aguzará la creatividad para burlar las normas.

Lo segundo es el ejemplo de quienes detentan poder e influencia. 

Si su conducta es sobria, ajena a los halagos; si demuestran un espíritu de servicio y una actitud transparente en el manejo de los recursos de que disponen; si desalientan el consumismo desenfrenado, y lo hacen con su propio ejemplo, todo ello redundará en ayudar a que se afiancen los valores. 

Quien detenta el poder e influencia son los padres de familia, los maestros, los funcionarios públicos y privados, las autoridades, los jefes de oficina, etc.

Lo tercero es una formación económica clara y firme. Quien hace del dinero o del consumo un verdadero "dios" está a un paso de caer en la trampa de la corrupción. 

Y la transparencia en el manejo de los recursos de la sociedad, a todos sus niveles. Las aguas corruptas no son transparentes. 

Las excusas que terminan por ser aceptadas: "todos lo hacen", "es parte del precio", "si no pago la ´comisión´ me quedo sin trabajo", "los negocios son los negocios", "si yo rechazo el trabajo, lo tomará otro que lo hará mucho peor". 

Difícil hacer juicio concreto en un caso determinado. Sin embargo, hay que dar la pelea por la honradez y la justicia, no permitamos que la corrupción perturbe nuestras elevadas intenciones de paz y solidaridad.


luisrey1@prodigy.net.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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