Las expectativas y pretensiones en el matrimonio o relación de pareja, cuando no son aclaradas y comentadas ampliamente generalmente son causa de conflictos y fracasos.
Por ejemplo: pretender que el otro tenga que amar a los padres y a la familia de uno.
Agrada que el otro trate a mi familia con respeto, pero no tiene que amarla obligatoriamente. Pensar que si uno te ama de verdad, tendría que saber lo que necesitas.
Es lo que podríamos llamar «pretensiones de telepatía». Por lo que quizá es útil declarar nuestros deseos de manera abierta y clara.
Es un error pensar que pedir disculpas lo borra todo. Porque las disculpa son palabras. Mientras que son más importantes las acciones correctivas.
Pero quizá lo más importante es saber escuchar.
Todos hemos tenido la experiencia agradable y liberadora de estar en presencia de una persona tranquila que nos deja ser lo que somos, ser como somos, que no juzga, que no echa sermones, que intenta genuinamente comprender nuestras experiencias, que está con nosotros, totalmente presente; que se hace «uno» con nosotros.
En cambio alguien empieza a juzgarnos, a darnos consejos, a corregir lo que decimos o cómo lo decimos, hay menos espacio para que surja algo verdadero e importante.
En la pareja, la escucha debe ser pura, limpia, sin estar pensando qué va a decir después. Sin adelantarse e imponer lo que yo pienso, siento o supongo de lo que el otro está expresando.
La comunicación en la pareja es la fuente de todos los males y de todos los bienes, no deberíamos dejar de lado esto tan importante.
Preguntarnos de vez en cuando ¿cómo me estoy comunicando con mi pareja? ¿mi pareja se siente escuchada o escuchado? ¿Por lo menos una vez a la semana hablamos de nosotros y de nuestros sentimientos?
Un pilar, vínculo y estilo de la pareja lo determina su capacidad y forma de comunicarse, de expresar sus necesidades, de solicitar actitudes y cambios, de mostrar su afecto y sus disgustos, aquello que no me agrada y aquello que si me agrada del comportamiento de mi pareja.
Algunos signos de la relación de pareja saludable y constructiva son:
a) Aceptarse mutuamente tal y como es cada quien.
b) El deseo de hacer lo que al otro le agrada
c) Estar dispuestos a allanar las diferencias conforme afloran
d) El esfuerzo de pensar en términos de «nosotros» y no de «yo»
e) La sensación de ser dos compañeros que trabajan juntos por la misma causa.
Comunicarse bien, a tiempo, con tiempo; escucharse con aceptación incondicional y comprensión empática construyen la relación de pareja, saludable, constructiva, positiva y provechosa.
luisrey1@prodigy.net.mx