Ciencia y Salud

Aprender a fracasar

  • Para Reflexionar
  • Aprender a fracasar
  • Luis Rey Delgado García

"El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse", (Winston Churchill)

Nadie puede decir que nunca fracasa, o que fracasa pocas veces. 

El fracaso es algo que va ligado a la limitación de la condición humana, y lo normal es que lo constatemos con frecuencia. 

Por eso, los que triunfan han aprendido a superar pequeños y constantes fracasos que van surgiendo, se quiera o no, en la vida.

Triunfar es aprender a fracasar. De esta curiosa paradoja depende en mucho el acierto en el vivir. 

Cada frustración, cada descalabro, cada contrariedad, cada desilusión, lleva consigo el germen de capacidades humanas desconocidas.

Las dificultades de la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor. El fracaso hace lucir ante uno mismo la propia limitación y, al tiempo, nos brinda la oportunidad de superarnos. 

Es así, en medio de un entorno en el que no todo nos viene dado.

La realidad de la vida tiene una cara clara y otra oscura, pero la persona incapaz de saborear la oscura, tampoco es capaz de saborear la clara. 

O como decía Quevedo, “el que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos”.

Por eso, en la tarea de educar el propio carácter, o el de los hijos, es muy importante no caer en ninguna especie de neurosis perfeccionista.

No se trata, por ejemplo, de educar a un hijo para que jamás repruebe o jamás rompa un plato, sino más bien para que se esmere en ser un buen estudiante y procure ser cuidadoso; y –sobre todo– para que sepa sacar fuerza de cada error y sea capaz de volver a estudiar con ilusión a pesar de un semestre reprobado o de recoger los pedazos del plato que se le ha caído.

Porque errores los cometemos todos. La diferencia es que unos sacan de ellos enseñanza para el futuro y humildad, mientras que otros sólo obtienen amargura y pesimismo. 

El éxito, volvemos a repetir, está en la capacidad de superar los tropiezos con espíritu deportivos.

Da pena ver a personas inteligentes venirse abajo y abandonar una carrera o una posición al primer fracaso; a chicos o chicas jóvenes que fracasan en su primer noviazgo; o aquellos otros que no pueden soportar un traspiés en su carrera o en la amistad, o en lo afectivo, o en lo profesional, y se hunden miserablemente: el mayor de los fracasos suele ser dejar de hacer las cosas por miedo a fracasar.

El fracaso es pues también una oportunidad para crecer, para reconocer las posibilidades y potencial personal… Habrá que aprender a fracasar.


luisrey1@prodigy.net.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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