Lo del Santos en Puebla fue preocupante. La imagen que el equipo dejó fue más parecida a la del Santos de Fernando Ortiz que a la del Santos de Francisco Rodríguez.
Un Santos timorato, sin ideas, con poca claridad hacia el frente y bastante endeble en defensa; el Puebla no terminó masacrando al Santos porque, a final de cuentas, es el Puebla y no tiene la capacidad de fuego de, por ejemplo, el Toluca.
Porque la inmensa mayoría de los ataques y disparos al marco fueron del Puebla, mientras el Santos solamente observaba impotente lo que sucedía en el campo y en su área.
Un paso hacia atrás, tras habernos alegrado en la jornada uno ante Pumas y habernos orgullecido (a pesar de la derrota) ante Toluca.
Lo que el Santo había ganado en cuanto a futbol, coraje y orgullo (ante Pumas y Toluca), se esfumó el viernes pasado en Puebla.
Qué bueno que llegó la larga pausa para la Liga MX al dar paso al inicio de la Leagues Cup en Estados Unidos.
Al Santos le servirá para replantearse la cosas y a Francisco Rodríguez le vendrá de lujo porque este “torneíto” vendrá a ser una nueva pretemporada para el Santos, para que los refuerzos terminen por asentarse y para que el equipo reflexione y haga un acto de introspección sobre la imagen tan distinta y distante en relación a un partido y otro.
Aquí deben imperar dos factores: analizar a fondo por qué el equipo dio tan buenas sensaciones en sus dos primeros partidos y por qué se terminó cayendo en el más reciente encuentro.
Nos debe quedar claro, a todos, que el Santos y sus futbolistas son capaces de todo y pueden desplegar un futbol convincente, envuelto en una dosis de presión alta y actitud inigualable.
Pero también nos debe quedar claro que cuando el equipo sale con los cables pelados, hará corto circuito.
Y eso del corto circuito tiene qué ver con la actitud y la claridad de ideas. A veces las piernas no conectan con el cerebro y las cosas simplemente no salen.
Siento que es cuestión de carácter y de fortaleza mental.
Hay un momento de alto impacto que nadie debe olvidar: que el Santos, 11 contra 11, tuvo en la lona al campeón Toluca y que, cuando se quedó en inferioridad numérica, estuvo a nada de empatarle a 3.
Ese Santos sigue estando ahí, es cuestión de que despierte.
La Leagues Cup debe servir para recuperar el futbol perdido.
No importan los resultados ahí, importa reencontrarse con el futbol, regresar frescos y seguros para cuando se reactive nuestro torneo.