¿Dónde queda la elección de Coahuila, ya no digamos la de EDOMEX? ¿Sacrificarán Coahuila (y al PRI) para rescatarse a sí mismos bajo el oropel demagógico de su entrega a la 4T? ¿Abandonarán a Miguel Riquelme, su activo priista más importante- para mediar con la vieja guardia priista, contraria a Alito y a Rubén, e importante -quizá- para catapultar cualquier proyecto de refundación priista en el futuro?
Estas preguntas son pertinentes porque la semana pasada, Alito y Rubén, rompieron, con sus compañeros de la alianza “Va por México” (PAN y PRD), la moratoria de votar contra las reformas militar y electoral de AMLO.
Y, con ello, pusieron en riesgo el trabajo conjunto de dicha alianza en 2023 (Coahuila y EDOMEX) y en 2024 (elecciones presidenciales).
Sin decir agua va, nuestros personajes de marras, mandaron a la duranguense, Yolanda de la Torre, diputada priista a la Junta Directiva de la Comisión de Puntos Constitucionales con esta iniciativa:
“Reformar el artículo quinto transitorio del decreto constitucional por el que se creó la Guardia Nacional, a fin de ampliar la permanencia de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública de 2024 a 2028”.
Una “inocente” de la Torre declaró: “mi propuesta no viola la moratoria constitucional ni los acuerdos de la alianza con el PAN y el PRD, porque no toca el diseño, la arquitectura y naturaleza del artículo 21 constitucional; solo el transitorio”.
Los líderes nacionales del PAN y PRD Jesús Zambrano (PRD) y Marko Cortés (PAN) amagaron con romper el pacto opositor “Va por México” porque la propuesta va contra la alianza legislativa opositora y refuerza la militarización del país.
Un desafiante Alito -vestido como el Valiente de la lotería- les respondió -sin mentarles la madre, como acostumbra en privado: “el PRI no recibe ultimátum, ni acepta órdenes de aliados”.
En cambio, Rubén, vestido cual prócer patrio del Siglo XIX -es el mes- puntualizó: “Confío en que se mantenga la coalición “Va por México”.
Porque la iniciativa (de la diputada) es a favor de México”.
El punto de partida y retorno es el mismo: ¿Iniciaron ya, Alito y Rubén, entre el humo de su palabrería, el camino de su propio salvamento para enterrar a Coahuila y al mismo Riquelme? O, cómo Kalimán y Solín, ¿sacarán un helicóptero de un sombrero?
Nota: El autor es Director General del ICAI.
Sus puntos de vista no representan los de la institución.