En cada ocasión que se platica sobre la serie de televisión de los 60’s “Viaje a las Estrellas”, es obligado escuchar acerca de la teletransportación, esas escenas maravillosas donde seres humanos desaparecen en una nube de partículas brillantes, para reaparecer en la superficie de un planeta o en otra nave espacial, producto de la ciencia ficción de un visionario como lo fue Gene Roddenberry.
Pues bien, en este mundo actual en donde la ficción cada vez pasa a ser realidad científica muy rápidamente, tenemos el nacimiento de una compañía que se llama Beheld, que está llevando la impresión 3D a nuevas dimensiones.
Con esta nueva tendencia a digitalizar todo lo que nos rodea, esta empresa decidió revolucionar la industria del escaneo y llevarla al siguiente nivel, a través de una cabina donde se toman múltiples fotografías en 3D de cuerpo entero a la persona en 360º y después con un avanzado software, unen todas los retratoss creando una imagen tridimensional de la persona, misma con la que se que puede imprimir un modelo a escala de nosotros mismos en una impresora 3D en minutos.
Los creadores de esta empresa, Kat Kinkead y Peter Weijmarshausen manifiestan que están haciendo que “el escaneo en 3D se convierta en una experiencia personal; hemos tomado componentes que ya existían, y los estamos uniendo con el propósito de crear una experiencia única y divertida para los consumidores, al mismo tiempo que generamos una experiencia llave en mano para los negocios. Colocamos los escáneres en un ambiente que los hace accesibles a todo el mundo.”
La idea es colocar estos quioscos (cabinas) en centros comerciales y otras zonas de alto tráfico de personas, derivado de la emoción que le produce a las personas la idea de imprimir sus propias imágenes en 3D. Las posibilidades son el simple hecho de tener una imagen en 3D de uno mismo así, como usar un escaneo de nuestra propia figura en 3D para producir artículos a nuestra medida exacta basados en ese modelo, lo que está provocando chispas de emoción evidente en las personas.
El equipo planea a la brevedad colocar las cabinas en Estados Unidos y en Europa; han creado incluso efectos especiales visuales, en donde nuestra imagen puede aparecer o desaparecer en medio de fuegos artificiales, nubes de humo, o cualquier escenario que nos venga a la mente.
De ahí el siguiente paso es lograr la desmaterialización, y eso que era ciencia ficción lo veremos como una realidad científica en un futuro no muy lejano.
Una vez más, el reporte semanal de Singularity Hub nos trae algo sorprendente y abrumadoramente real.
