Interesting Engineering nos trae esta semana un artículo escrito por Amal Jos Chacko, con el anuncio a través de un comunicado de prensa, respecto de la asociación entre la muy reconocida empresa ferroviaria Amtrak y el consorcio Texas Central Partners.
Con el propósito de hacer viable una ruta ferroviaria con un tren de alta velocidad, entre las ciudades de Dallas y Houston. El proyecto contempla unir estas dos metrópolis en alrededor de 90 minutos.
Esto no es nuevo, ya han existido previos intentos, que no se han concretado debido a problemas ambientales y los costos de impuestos sobre la tenencia de la tierra.
Pero en esta ocasión, un jugador tan importante en el sector ferroviario, como lo es Amtrak, aunado al expertise y la experiencia de este grupo,Texas Central Partners, pareciera una receta ganadora capaz de solucionar los retos que un proyecto de estas dimensiones presenta.
Las características de un tren de alta velocidad, que tiene vías dedicadas, e importantes avances tecnológicos, tomados de la experiencia de la tecnología japonesa de los trenes Shinkansen, prometen no solo la reducción del tiempo de travesía, sino beneficios económicos operativos y ambientales.
La experiencia de viaje para los pasajeros sería muy placentera y cómoda, aunado al beneficio de reducción de 100 mil ton/año de gases de efecto invernadero, un ahorro de más de 250 millones de litros de combustible (diésel), y también el dejar de usar 12,500 automóviles diarios, hacen que la propuesta sea muy atractiva.
Es de llamar la atención, que en los Estados Unidos, no existan aún proyectos ferroviarios, de alta o muy alta velocidad, como ya ocurre en varios países de Europa, Japón y especialmente en China.
En estos países las velocidades superan los 500 km/hr en trenes eléctricos, y los 600 km/hr en los trenes Maglev.
Este proyecto en Texas contempla un tren de 325 km/hr.
Los beneficios económicos de un proyecto de estas dimensiones son enormes, no solo por la facilidad de movilidad para los pasajeros, también por el incremento en la capacidad de carga.
Y qué decir de los empleos que se van a generar durante la construcción y posteriormente en la operación, el crecimiento económico en toda la zona alrededor de las vías de esta ruta, se incrementará importantemente y sienta las bases para la conurbación de estas dos grandes metrópolis.
Pudiéramos soñar con una interconexión de esta línea a ciudades como en la frontera y el Centro de México pero, bueno, no deja de ser un sueño.