En nuestra excursión semanal en Singularity Hub encontramos una nota muy interesante de Christina Couch, publicada en Wired /UK, respecto a la carrera que ya inició, para buscar crecer y cosechar plantas en agua de mar y así alimentar a millones de personas.
Si le preguntamos a cualquier agricultor, respecto de lo que sucede al utilizar agua salada (incluso salobre) para la irrigación de cultivos, la respuesta inmediata es que estaríamos echando a perder tanto el cultivo que sembramos, así como la tierra misma, que estaríamos volviendo infértil.
Una startup canadiense, liderada por Luke Young y Rory Hornby quienes solicitaron una patente provisional en febrero para una tecnología que creen que romperá la barrera de tolerancia al agua de mar.
Young y Hornby son los cofundadores de la empresa, Agrisea, que está trabajando para desarrollar cultivos tolerantes a la sal modificados genéticamente con el objetivo de cultivarlos pronto en granjas flotantes ubicadas en llanuras inundadas o ancladas directamente en el océano.
El método propuesto por Agrisea implica primero aislar las células madre de cultivos como el arroz, luego usar la tecnología de edición de genes CRISPR para insertar una secuencia de ADN especializada en la planta.
Aun en etapas iniciales prueba Agrisea, está utilizando agua con un tercio de la salinidad del agua de mar y planean tener pequeñas granjas flotantes en las costas de Kenia y la Gran Bahama para fines de año.
Uno de los elementos impresionantes, es que mediante este proceso, las plantas cultivadas de esta manera no requieren ni fertilizantes, ni pesticidas y, por supuesto, tampoco agua dulce para crecer.
Existen otra empresas en el mundo, como que la compañía Seawater Solutions de Nyberg, Escocia, que toma tierras de cultivo costeras degradadas y las siembra con hierbas naturalmente tolerantes a la sal como samphire y sea blite, luego inundan el área al eliminar los diques o bombear agua del océano para crear una marisma artificial.
En este proceso, también se evita el uso de fertilizantes y pesticidas, así como agua dulce.
Sin duda una vez más la tecnología mostrándonos mejores formas de vivir, respetando nuestro entorno ambiental y garantizando el bienestar de los seres humanos. _