A lo largo de una muy intensa semana, transcurrió esta nueva visita a Japón, de la que atesoramos experiencias y vivencias que quedan grabadas para siempre.
Tuvimos la enorme fortuna de participar en un simposio del manejo y mejoramiento de Biomasa en la Universidad de Tokio, en donde nos asombró el avance que se tiene en el mejoramiento de cosechas de Súper Sorgo basado en la selección genómica de las semillas de las que se tiene una base de datos de más de 500 tipos, que han permitido resultados extraordinarios del orden de 300 ton/hectárea por año.
De igual manera nos maravilló, explorar las diferentes aplicaciones de este cultivo, que van desde los biocombustibles, pasando por desdoblamiento hacia la cadena de plásticos en base biomasa, pellets para generación de calor y energía eléctrica, alimento para ganado, mejoramiento de suelos, etc.
Para posteriormente en la Universidad de Kyoto, ser testigos de la gran gama de aplicaciones para artículos cotidianos, como aglomerados que substituyen al 100% el uso de madera, y que ya en laboratorio han demostrado la gran viabilidad en base a su desempeño y bajo costo de producción, además del gran beneficio ecológico que representa substituir todas estas cadenas de la base de explotación de hidrocarburos y su gran dependencia.
La tercera Universidad que visitamos fue la de Okinawa, aquí conocimos de aplicaciones en desarrollo que seguramente van a revolucionar en el corto plazo la industria alimentaria respecto de cómo hoy la conocemos.
Encontramos experimentos con súper sorgo de una variedad que se está utilizando para remediar la contaminación por radiación en suelos de Fukushima, en donde una vez cosechada la biomasa, se puede utilizar para biocombustibles, sin riesgo ninguno de que permanezca la radiación ya que fue asimilada durante el proceso de crecimiento de la planta.
Otros tipos de mezcla de variedades, que pueden producir grandes cantidades de biomasa con muy poca cantidad de agua, u otras que se pueden sembrar en terrenos salitrosos y que hoy no son aptos de ningún tipo de cultivo.
Vimos como la tecnología se hace presente a través de drones que no solo permiten eficiencias mayores al sembrar, también permiten monitorear el desarrollo de las plantaciones de manera ágil y muy económica, permitiendo ajustar y garantizar que los volúmenes esperados de cosecha sean los buscados o mayores en muchos casos.
En fin, una aventura muy interesante que nos va a dar pauta para continuar aprendiendo y asombrándonos diariamente de lo maravillosa que es la naturaleza y el ingenio del ser humano cuando se aplica para el bien.