Un thriller psicológico que nos garantiza más que entretenimiento y un rato lejos de nuestra rutina es La piel que habito.
La cinta del 2011 dirigida por Pedro Almodóvar cuenta la historia de Robert Ledgard, un cirujano plástico que perdió a su esposa que sufrió fuertes quemaduras en su cuerpo y está obsesionado con crear una piel resistente a toda clase de lesiones.
La trama al inicio nos muestra cómo para lograr su cometido debe retener a una joven mujer llamada Vera (Elena Anaya), la cual guarda un origen perturbador que el espectador descubrirá cuando retroceda seis años atrás.
En esa fecha, el cirujano perdió también a su hija que sufría problemas psiquiátricos derivado de la muerte de su madre y que tuvo complicaciones luego de que un joven de nombre Vicente (Jan Cornet) la violara en una fiesta.
La película se caracteriza por tener de su lado el factor sorpresa en cada momento y pocos pueden esperar lo que está por venir, lo cual evidencia un guión escrito de manera cuidadosa y bien argumentada, aunque por momentos pareciera algo irreal.
Si le sumamos su calidad de filmación y banda sonora sin duda tenemos una mezcla que nos mantiene al filo del asiento durante casi dos horas.
El reparto de la película también incluye a actores españoles de renombre como Antonio Banderas, quien sabe encajar en el papel de un médico perturbado que ha perdido todos los escrúpulos y no le importa hasta dónde llegar a cambio de concretar sus investigaciones.
Marisa Paredes, por su lado, interpreta a la cómplice de Robert y que más allá de lo que se aprecia a primera vista tiene un vínculo sentimental arraigado desde que era niño.
Elena Anaya no se queda atrás y su papel resulta memorable en la cinta por la transición y evolución que muestra su personaje. La cinta está disponible en Netflix y es de las tres últimas que ha dirigido el cineasta español más conocido en tiempos contemporáneos.
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