Política

En un mundo de jóvenes, literatura digital

Caminar entre las marejadas de estudiantes en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara hace que me pregunte si son lectores genuinos y, si lo son, qué leen. Las actividades para jóvenes siempre están a reventar y la energía es sorprendente. 

En noviembre del año en curso, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) —que montó un stand muy interesante en la FIL 2025—, presentó los resultados del Módulo sobre Lectura (Molec) 2025. Dicha encuesta arroja información valiosa acerca de cuántos mexicanos leen y qué medios utilizan para hacerlo: “Libros, revistas, periódicos, historietas, páginas de internet, foros o blogs”. La población alfabeta considerada para la encuesta fueron mexicanos de 12 años en adelante (104 millones). Es importante señalar que metodológicamente se bajó la edad de entrada de 18 a 12 años. Del total poblacional, seis de cada diez personas leen libros; cinco de cada diez, páginas de internet, foros o blogs; tres de cada diez, revistas, lo mismo ocurre con periódicos; dos de cada diez, historietas, cómics o mangas; 83.5 millones de personas leen redes sociales, es decir, 80% de la población alfabeta de México. Los tipos de libros más leídos por mujeres fueron literatura (48%) y autoayuda (46%) y, por hombres, “específicos de alguna materia” (39%) y de autoayuda (38%). ¿Qué los motiva a leer? Siete de cada diez personas contestaron que por gusto y tres, por necesidad. Impresiona el dato de que el 38% de los lectores pidieron prestado o les regalaron el material. 

Transcurren los años y crece el potencial de las tecnologías digitales tanto en la enseñanza como en la lectura por ocio. Mi tutora en la Universitat de Barcelona, la doctora Laura Borràs, sostiene que no debemos confundir la literatura digital con la digitalizada: “La literatura impresa que es llevada a cualquier pantalla es literatura digitalizada, mientras que la literatura digital nace y se crea por medio de procedimientos electrónicos para ser leída y consumida en ese medio”. La digitalización traslada el texto del papel al formato digital mientras que la literatura digital no puede ser impresa porque utiliza las posibilidades intrínsecas del medio. Para Borràs “las obras digitales proponen una sugestiva reescritura de los topos literarios de la sociedad actual”. Si nuestros jóvenes están leyendo en medios digitales y utilizan las redes sociales, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se vuelven relevantes para entregar contenidos valiosos y que la literatura siga evolucionando. 

Sin importar el formato en el que leamos —y en el caso de los escritores, el medio en el que escribamos— la lectura tradicional estará vigente mientras abramos las páginas de un libro y sumerjamos nuestra nariz en la tinta de las letras o, en el caso de la literatura digital, despertemos la curiosidad lectora en la medida en la que interactuemos física y mentalmente con el lector —más allá de pasar las páginas—.


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Ligia Urroz
  • Ligia Urroz
  • Nicaragüense-mexicana de naturaleza volcánica. Transita entre la escritura, la música y el vino. Sommelier de vida. Publica su columna Desde el volcán los viernes cada 15 días en la sección M2.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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