Cultura

Jalisco: Un desastre ecológico

  • Columna de Laura Ibarra
  • Jalisco: Un desastre ecológico
  • Laura Ibarra

Carta al Secretario de Medio Ambiente.

Sr. Secretario de Medio ambiente: si desea contribuir efectivamente a que este gobierno estatal sea recordado por un cambio significativo en la situación del estado debe ponerse a trabajar con muchas ganas. Ya desde hace varios sexenios, los problemas medioambientales pasan de secretario a secretario sin que exista una seria voluntad para enfrentarlos. El panorama se contempla realmente difícil. ¿Por qué le menciono esto?

Me parece que existen cinco puntos que requieren de una política ecológica de intervención urgente.

1. Nubes tóxicas en época de calor. No es posible que en los meses de abril y mayo el cielo de la ciudad se vuelva irrespirable por todo el humo resultante de los incendios en el Bosque de la Primavera. Se trata de una verdadera intoxicación colectiva que provoca graves daños, sobre todo a niños pequeños y ancianos. ¿Hasta cuándo actuará? Los ciudadanos le demandamos una vigilancia más estricta en la zona, penas más duras para los culpables, claridad en las prohibiciones para construir en zonas que fueron quemadas, y sobre todo, una efectiva educación medioambiental. Si son necesarias medidas más drásticas, pues informe y tómelas.

2. Ríos pestilentes. Me apena muchísimo recoger algún profesor huésped o a algún amigo que viene de visita en el Aeropuerto y pedirle que mantenga la ventanilla del auto cerrada, si no quiere vomitar por el olor nauseabundo que existe en toda la zona. No entiendo cómo cientos de personas pueden vivir en medio de esos ríos extremadamente contaminados. Seguramente la necesidad los obliga a ello. Pero, ya es tiempo de que Usted, junto con las autoridades federales y los gobiernos de los estados por los que fluyen estos ríos, se sienten a buscar soluciones definitivas. Si estas aguas así llegan a Jalisco, pues regréselas.

El saneamiento del Río Santiago y de todos los afluentes contaminados requiere de atención inmediata, si quiere evitar desastres sanitarios mayores. No espere a que vuelva a repetirse el caso del niño que murió por el contacto con esas aguas. Haga algo ya. Hay que insistir ante el Gobierno Federal que el saneamiento del Río es un programa prioritario. Si alguien no sabe de qué estamos hablando, invítelo a acampar en la cercanía de estos ríos de muerte.

3. Incendios en parcelas con métodos cavernarios. Es increíble que, en este milenio, todavía se sigan preparando los campos para la siembra prendiendo un cerillo a la maleza seca. Existen técnicas modernas y efectivas para ello que no producen los daños ecológicos que ocasiona el fuego. Si Usted sale de la ciudad en estas fechas, por todos lados hay incendios y huele a quemado. Eso de salir de la ciudad para respirar aire puro es cuento del pasado.

4. Basura y más basura. No importa por cuál carretera se salga de la ciudad, el paisaje que se contempla está lleno de basura. Decenas de ciudadanos continúan tirando su basura en lugares que piensan que no están habitados y que de este modo no causan daño. De este modo, el paisaje jalisciense se esté convirtiendo en un enorme depósito de desperdicios de todo tipo, entre otras cosas, de llantas viejas.

5. Venta o concesión de áreas verdes. Es inadmisible que terrenos de propiedad pública, que debían ser destinados a conservar áreas verdes al servicio de todos, se sigan dando como concesión a particulares con el objetivo de hacer ganancias. Hay que proteger los bosques urbanos de los depredadores inmobiliarios con políticas efectivas que resuelvan este problema de una vez por todas.

6. El fracaso de la educación sobre medio ambiente. Todo cambio debe empezar con una buena educación. No entiendo cómo es posible que los libros de texto de los niveles de primaria refieran la importancia de un medio ambiente sano y todavía siga existiendo “el cochino” que avienta todo aquello que puede y quiere a la vía pública. Eso demuestra la inutilidad de los programas educativos. Hay que revisar qué está pasando, señalar las causas del fracaso escolar y corregirlo. Además, hay que emprender campañas en medios, para que lo que no se aprendió en la escuela de menos en parte se aprenda así. En último caso, imponga multas.

La protección a nuestro entorno revela quiénes somos y cuál es nuestro grado de civilización. Un entorno sano es parte fundamental de una buena calidad de vida. Todo es cuestión de aprender a respetar a la naturaleza y cambiar hábitos absurdos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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