Los videojuegos han trascendido su rol original de mero entretenimiento para convertirse en espacios dinámicos que albergan una amplia gama de posibilidades, evolucionando a plataformas que no solo brindan diversión a los jugadores, sino que también permiten la creación de narrativas, intercambio sociocultural y hasta construcción de sólidas comunidades que traspasan los límites virtuales. Los videojuegos se han convertido en un referente cultural que trasciende generaciones, mercados y fronteras.
Un ejemplo claro es Minecraft, una de las franquicias más exitosas de todos los tiempos que, de acuerdo a Statista, en 2023 logró acumular más de 178 millones de jugadores activos. Más allá de la construcción y exploración, este título es un lienzo infinito para la expresión creativa, sin dejar de lado los elementos de campaña que caracterizan a los videojuegos. Los jugadores tienen la opción de dar vida a increíbles obras arquitectónicas, “minar” hasta el cansancio o crear experiencias narrativas complejas, utilizando las bondades del juego como medio para expresarse y conectarse con otros, trascendiendo a plataformas digitales e inclusive a las aulas de clase.
Probablemente el ámbito educativo sea uno de los fenómenos más curiosos en esta temática, pues este juego es utilizado como herramienta que permite a los docentes crear nuevos materiales didácticos y divertidos para transmitir conocimiento. Tal ha sido la incursión en el ámbito educativo que el propio Mojang (desarrollador del juego) lanzó un sitio web llamado education.minecraft.net donde los profesores pueden conocer a detalle el título y unirse a una comunidad de más de nueve mil profesores que usan el juego como plataforma de aprendizaje, así como planes de estudio, kit de herramientas, soporte técnico y desafíos para que puedan adaptar exitosamente el juego a su dinámica diaria de trabajo. Una locura.
Minecraft, así como otros títulos, han demostrado el poder de las comunidades en la era digital. Para muestra, en YouTube durante el 2023, los videos relacionados con Minecraft alcanzaron 13 mil millones de visualizaciones solo en México; estas cifras son multifactoriales, pues por un lado tenemos el uso del juego para el divertimento, el impacto académico pero también hay otro factor que abona a estos números y es la facilidad narrativa que este juego representa.
Existen creadores dentro de la comunidad gamer llamados “explicadores”, estos usan los videojuegos para explicar todo tipo de temáticas, que van desde contextos sociales y políticos complejos, desastres naturales, hasta videos centrados en entender programación, hablar de filosofía o contenidos relajantes haciendo uso de los sonidos del videojuego con videos ASMR (videos con sonidos que provocan una sensación agradable) perfectos para poder descansar un rato. Como podemos ver, las posibilidades son ilimitadas, además de ser contenido atractivo para las audiencias, generando videos que incluso superan el millón de visualizaciones.
Además del valor sociocultural que hemos comentado, adentrarse y estudiar el potencial de estas comunidades representa una oportunidad invaluable de negocio. En el 2023, la industria de los videojuegos registró ingresos por 184 mil millones de dólares, una cantidad que sin duda muestra el potencial de negocio que esta industria representa. Al comprender las motivaciones de los jugadores, las empresas pueden desarrollar estrategias así como crear productos y servicios que resuenen con las necesidades e intereses de estas comunidades. Por ejemplo, dentro de Minecraft existe un Marketplace desde el 2017, donde los jugadores pueden comprar creaciones, skins, mapas, entre otros artículos interesantes para el juego; tan solo en 2021, se reportaron ganancias por 350 millones de dólares en esta modalidad, nada mal.
Es hora de dejar de lado la visión limitada de los videojuegos como meras herramientas de entretenimiento, para verlos como importantes espacios virtuales que se convierten en plataformas de conexión, colaboración y creación, impulsando el desarrollo de los miembros de sus comunidades, y hasta la creación de ideas innovadoras y socialmente responsables.