El camino hacia la transformación digital de las empresas a través del uso de la nube es tan diferente como cada negocio. Las necesidades, el tipo de industria, la cultura, el tamaño, la ubicación geográfica y todo lo que hace única a una empresa provoca que su digitalización también lo sea.
Es por ello que cuando hablamos de integrar tecnologías de nube para ayudar a las compañías a crecer, no podemos pensar en un modelo único (one size fits all como a veces se dice). Para cada negocio su acercamiento a este tipo de tecnologías debe ser personalizado, atendiendo sus necesidades específicas y aprovechando al máximo sus recursos. Sin embargo, esto no debe significar que el proceso sea lento o complejo.
Uno de los temas que he escuchado de algunos de los clientes es que han enfrentado desafíos para la implementación de algunas herramientas de nube, ya que en algunos casos lo que necesitan es un recurso que puedan utilizar rápidamente y sin necesidad de tener un equipo dedicado a customizar el producto para el negocio. Es aquí en donde me gustaría resaltar el valor de los ISVs (independent software vendor). El camino a la nube debe abrir oportunidades para todo tipo de empresas, sin importar su tamaño, giro, conocimiento de tecnología o etapa en la que se encuentre su proceso de transformación digital. No tener un equipo dedicado a la implementación de estrategias y herramientas de nube no debería de ser una barrera de entrada y aún menos en los modelos de software como servicio (SaaS).
La ventaja que tienen los ISV es que producen software que corre en la nube y está listo para implementarse. Desde soluciones de ciberseguridad, automatización de procesos robóticos
(RPA), bases de datos, core bancarios y escritorios virtuales, entre otros. Estas soluciones le permiten a los clientes atender sus necesidades de manera efectiva y casi inmediata. De esta forma, las organizaciones pueden aprovechar las ventajas que les da la nube para innovar, tener un ambiente seguro y ser más elásticos y escalables sin tener la limitante de un equipo especializado.
Otra ventaja es que las compañías cada vez más están buscando tener mayor flexibilidad. Quieren aprovechar el valor del análisis de datos a través de Inteligencia Artificial y Machine Learning, así como de los ecosistemas tecnológicos que la nube abre. Por ello, gran parte de las herramientas de las ISVs no solo corren en la nube, sino que aprovechan sus capacidades para la transformación de los mismos productos.
Muchas ISVs ya trabajan en conjunto con las empresas para migrar sus aplicaciones críticas del negocio a la nube, otras lo hacen al modernizar sus sistemas hacia arquitecturas nativas de la nube utilizando contenedores y software de open source. Las posibilidades son infinitas, pero una de las constantes que vemos es el aumento en la adopción de nube híbrida o multinube que impulsa a los negocios para innovar y crecer. En un momento crítico de transformación laboral, económica y social, lo que los negocios necesitan son opciones. Para planear en un ambiente de incertidumbre es indispensable tener una infraestructura que te permita cambiar rápidamente y reaccionar para aprovechar las oportunidades en cuanto se presentan. Y esa es la ventaja de las herramientas de nube.
Julio Velázquez,
Director de Google Cloud en México