Dicen que en toda guerra la primera baja es la verdad; esto me parece aplicable a las campañas políticas, sobre todo en referencia a la actividad de algunos comunicadores.
En este período político 2024, muchos comunicadores parecen completamente ajenos a la verdad y con un uso muy ligero y hasta perverso de la actividad periodística, para aportar a la continuidad del statu quo.
Se acusa al presidente de tal o cual asunto y construyen un contexto ad hoc, expresado de tal manera que convenza, por ejemplo de que el presidente es narco, mezclando y confundiendo los hechos, luego dicen que el Poder Ejecutivo no cesa en su lucha por tomar el control del Poder Judicial, simplemente porque el presidente propone que esos puestos sean de elección popular, lo cual es un elemento democrático que puede ser benéfico para el país, esto derivado de que el accionar de algunos ministros deja mucho qué desear, incluso violando la Constitución que dicen defender.
Claro, muchas cosas ahora son legales precisamente porque se cambió la constitución para que lo fueran, es el caso del control del petróleo y la electricidad, que dejan de ser sectores estratégicos y parecen el último botín de la oligarquía, porque el resto, el oro, la plata, el cobre y otros metales ya están en manos de ellos. Sin embargo existen actividades que son estratégicas, y que como tales deben estar bajo el control del Estado.
En México, durante el periodo neoliberal, el predominio del capital y su capacidad de desestabilización económica se concentró de tal manera que elevó su poder, de tal forma que le permite extorsionar al gobierno, amenazándolo con que si no se sujeta a las condiciones que ellos imponen, simplemente no invierten y detienen el crecimiento económico,
Sin embargo ahora el poder real invierte en la política, compra un grupo de partidos políticos como si fuera un negocio y se quita la máscara mostrándose como el quinto poder, para intentar apropiarse de los puestos de representación popular, a fin de proteger sus intereses y controlar la política económica para seguir con el proyecto neoliberal y mantener el statu quo.
Porque en México el sector privado de élite quiere hacer negocios, pero a lo seguro, y con apoyo del estado las grandes fortunas en el país tienen un origen obscuro, en que el gobierno interactúa con el sector privado mediante la entrega o concesión de recursos, bienes o servicios públicos, para convertirlos en rentables negocios privados.
