En lo personal, como seguidor de sus discursos a partir de su llegada al Vaticano como papa Francisco, pienso que sí buscó transformar la iglesia católica desde sus laberínticas entrañas.
Obsoleta en su actuar, ortodoxa y por lo mismo ahogada en acciones alejada de la realidad del mundo y sus generaciones, el catolicismo –la religión cristiana con más adeptos en la actualidad, aunque viene de bajada- resintió, se cimbró con el pensamiento y posición ideológica de Francisco.
Sudamericano, latino, jesuita, izquierdozo, apegado a preceptos de humidad, sencillez, austeridad en todo, defensor de los pobres, anticapitalista, rechazó el oropel, el maquillaje, la pose.
“Servirse de las riquezas sí; servir a la riqueza no: es idolatría, es ofender a Dios.
La vida no depende de lo que se posee, depende de las buenas relaciones con Dios, con los demás y con los que tienen menos”, habría expresado el Pontífice.
Poco a poco se posicionó como un papa y un líder natural en una sociedad mundial carente de guías de carne y hueso, sensibles y honestos. Padecemos de una crisis humana.
De la literatura sobre el papado hay muchas obras.
La iglesia de Roma, las narrativas increíbles de lo que eran secretos por ser pecados, graves perversiones acerca de los personajes más relevantes de la curia, y numerosos pasajes de esa historia que se convierte en una sola al presentarla como institución, destacaría dos:
"Para Leer la Historia de la Iglesia", escrita por Jean Comby, catedrático francés universitario, quien expone desde la reflexión y la teología algunos pormenores de la iglesia. Y está el de Saba-Castiglione, "Historia de los Papas", que permite conocer el trayecto de vida de los papas, a partir de Pedro, y se adentra en cómo es que cumplieron o incumplieron sus tareas.
Sin embargo, el libro cuyo autor es el escritor y periodista colombiano mexicano Fernando Vallejo (alguien lo recuerda cuando vino al Teatro Martínez en octubre de 2010?), “La puta de Babilonia”, desnuda otras verdades y, desde su ánimo crítico en general contra las religiones, a la católica la centra en su amplio conocimiento teórico, de investigación, de indagar por aquí y por allá para dar paso a una obra que descobija la maldad intrínseca de (todas) las religiones.
Por cultura general, y a propósito del fallecimiento del papa Francisco, habría que leer estas tres publicaciones.
He leído que, cuando el cónclave cardenalicio llevó al Vaticano como papa a Jorge Mario Bergoglio, entonces cardenal presbítero, lo eligieron conscientes de que la iglesia, su iglesia, debía dar un giro y abandonar la inercia del tradicionalismo, del silencio social, de mantener a raya a grupos minoritarios, de pronunciarse contra gobiernos populares de izquierda, de respaldar a las grandes potencias en su adueñamiento del mundo, en ser mudos por estrategia respecto a los países pobres y las injusticias, abusos, explotación y más miserias que los poderosos no se cansan de demostrar.
Hoy sábado 26 de abril de 2025, Francisco, dejará de ser exhibido al público creyente y no creyente, y vivirá en la eternidad por la inmortalidad de sus ideas y hechos, de su sonrisa amable y serena, de su amor al prójimo, sin falsos protagonismos y, por su inquebrantable fe jesuita.
Lo imagino platicando con el creador, le rendirá un informe exacto de su misión en la tierra, le detallará de la vida injusta que implantan los más fuertes y ricos y sus caprichos se los endilgan al resto de la humanidad.
La comunicará cómo es que el mensaje de la iglesia, al menos la católica, deberá seguir siendo modificado, abierto, plural, sin prejuicios, sin exclusiones, sin fobias, sin cargarlo de tantas y más palabras inútiles, huecas y ociosas que infunden miedos y ahogan la vida de niños, mujeres y hombres.
Espero que el Vaticano sea capaz de respetarse, de ser transparente, una institución decente, democrática, vanguardista para quienes, creyentes de su iglesia y honestos, oran, van a misa y la profesan, aman la vida y respetan a los otros y a las otras muchas religiones y a las sectas.
A ver si no reaparece la curia retrógrada, hipócrita, racista y derechosa que solo lo toleró pero que tratará de imponer a sustituto de Francisco en sentido contrario a su legado.
Lo hecho, hecho está.