Después de un periodo vacacional y de un gasto importante empieza un nuevo año. Se habla de la cuesta de enero, porque es el mes en el que se pagan muchas obligaciones e impuestos y, en muchos casos, renovaciones de seguros, reinscripciones, etc.
A todo lo anterior se le debe de agregar o indizar —cuando menos— la inflación del año anterior. Y digo cuando menos porque muchos de estos gastos tienen un aumento mayor al de la inflación. En este 2025 la cuesta de enero trae una complicación adicional para México: la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, con toda la incertidumbre que esto representa. No sabemos si viene recargado o si será el mismo de siempre, pero lo que sí sabemos es que en su agenda hay muchos puntos que pueden afectar de forma negativa el intercambio comercial, y que si no lleva a cabo todo lo que promete, por lo menos en algo afectará a México, pues no puede quedarle mal a su base electoral.
Me parece que no hará mucho de lo que ha ofrecido pues, de hacerlo perjudicará a su propio país. Muchas de sus medidas proteccionistas serán inflacionarias, además de que repercutirán en varias de las marcas estadunidenses que han aprovechado muy bien el T-MEC para ser más competitivas.
Creo que podemos hacer alianzas para fortalecer los lazos entre nosotros y buscar la manera de defendernos de la brutal competencia que China representa para el mundo.
El año será más complicado que el anterior; el crecimiento económico será más limitado y, con ello, la recaudación bajará. Habrá que tener especial atención en no disminuir la calificación crediticia de México.
Dicho lo anterior, el gasto en general deberá reducirse. Por otro lado, la capacidad de mayor endeudamiento será cada vez más limitada.
Creo que es fundamental negociar bien con Trump desde el principio, para que así nuestras exportaciones e importaciones no salgan muy afectadas. Con ello el crecimiento económico, aunque más moderado, será suficiente para transitar 2025.
El jueves de esta semana conoceremos la inflación anual del país en 2024, que debe estar en un rango de 4.4 y 4.7%. El peso sigue por arriba de 20 unidades por dólar y operando en un rango de entre 20.20 y 20.70. A ver cómo evoluciona la paridad conforme se acerque la llegada de Trump.