Con 19,205 entrevistas aplicadas en 17 de los 18 países latinoamericanos, incluyendo a México y exceptuando a Nicaragua, entre el 20 de febrero y el 18 de abril de 2023, la corporación con sede en Santiago de Chile y dirigida por Marta Lagos dio a conocer los resultados del Latinobarómetro, que deben llamar a la reflexión.
Existe recesión democrática en Latinoamérica, es la conclusión a la que llega ésta entrega, en donde el Presidente López Obrador es mencionado en tres ocasiones, una de ellas “por intentar cambiar las reglas electorales para beneficiar a su partido” (p.10), refiriéndose a la reforma que la Suprema Corte de Justicia de la Nación detuvo.
“También hay intentos de permanecer en el poder no para sí mismo, pero sí para su partido” (p.17), señala el Latinobarómetro en el apartado del “poder sin balances” y los “personalismos”.
La tercera mención se encuentra en la parte denominada “Los países con democracias débiles o en retroceso” (p.27), particularmente al medir el siguiente reactivo: “En algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático”.
México, es decir, la ciudadanía, lidera el ranking a favor del autoritarismo con el 33%, así como el tamaño del incremento (11 puntos) respecto a la medición de 2020 (p.24), a lo que debemos agregar los ocho puntos que perdemos el medir el apoyo a la democracia, pasando de 43% al 35% (p.21).
Al realizar un balance entre el apoyo y la insatisfacción con la democracia, en donde el primero es de 35% y la segunda de 61%, el Latinobarómetro señala que México tiene un déficit de 26 puntos (p.39).
Junto con pegado, al 56% de la ciudadanía mexicana no le importa que llegue al poder un gobierno no democrático, con tal de que resuelva los problemas; el 48% está de acuerdo en que, en caso de existir dificultades, el Presidente tome el control de los medios de comunicación; y el 42% apoyaría un gobierno militar en si las cosas se ponen difíciles (pp. 42 y 45), aunque el 61% señala poco o nada probable un golpe de Estado (p.46).
Finalmente, el 62% considera que los partidos políticos andan mal y el 58% dice que la democracia puede funcionar sin ellos (pp.47 y 48).
Así andamos rumbo a la elección presidencial de 2024.