La Teoría de la Transición Política planteaba que, la desigualdad entre los ciudadanos y en general, las condiciones de vida de los gobernados podrían mejorar con los regímenes o sistemas políticos democráticos. Después de los sistemas autoritarios que prevalecieron en América Latina con las dictaduras militares; la esperanza se centró en la democracia como la receta para la justicia social y el bienestar colectivo.
Empero, después de lograr un amplio margen democrático en la mayoría de los países que acabaron con las dictaduras y sistemas oligárquicos; el Estado ideal basado en la justicia y equidad no se ha logrado. El reciente informe del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “Word Inequality Report 2022”, sostiene que la inequidad prevalece en los países latinoamericanos, pese a los avances democráticos.
Incluso, más allá de los ingresos y la distribución de la riqueza, es importante medir la capacidad colectiva de las disparidades de género, desigualdades ambientales, acceso abierto, transparencia y rendición de cuentas. Los gobiernos democráticos no necesariamente son los más transparentes, ni tampoco han garantizado la paz social. El concepto de igualdad se centró en la posibilidad de votar y ser votado, pero no eliminó a las élites en el poder político, ni las fuerzas del mercado.
En el informe del PNUD se describe la concentración del poder económico y las ganancias; fuera del ideal democrático de los clásicos de la ciencia política. E incluso alerta sobre la creciente desigualdad que seguirá en los próximos años. Si bien de 1940 a 1980 se redujo la pobreza a nivel mundial, por la tecnología y el crecimiento de la democracia; también se combatió la desigualdad por el planteamiento ideológico que buscaba un país en orden y equitativo.
Empero, las fuerzas del mercado y los intereses políticos han producido más desigualdad en los últimos 10 años; acompañados de prácticas autoritarias en los gobiernos. Las políticas redistributivas tuvieron un efecto positivo, pero existe un viraje a las políticas autoritarias y centralistas. La violencia, delincuencia y autoritarismo son producto de la desigualdad que deben atacarse desde el sistema político, con mayor calidad en la democracia.
De acuerdo con el informe, India y China son los países que muestran la mayor desigualdad. El papel del Estado -en estos países-, quedó fuera y es el mercado que controla la economía con efectos de pobreza y desigualdad progresiva. Y para el caso de México, prevalece la desigualdad debido a que la democracia se centró en los derechos políticos, pero no económicos o sociales.
Actualmente con la Cuarta Transformación queda la oportunidad de avanzar no sólo en el ámbito democrático sino también en la lucha por la desigualdad, como mecanismo para garantizar la justicia social que planteó John Rawls en la idea del liberalismo políticoEl informe: “Word Inequality Report 2022”, describe los retos y las amplias posibilidades que existen para mejorar la democracia, en la búsqueda de la justicia social y la redistribución de la riqueza. Invito a todos los tomadores de decisiones, representantes e interesados, a revisar este documento.
José Luis Estrada