En este mundo inestable del fútbol en el que el profesionalismo no sobra, se debe resaltar cuando un futbolista muestra su calidad en la cancha a la par de ejercer su oficio con responsabilidad en términos de respetar la decisión de ser suplente.
José Juan “Gallito” Vázquez llegó a Santos Laguna como la mejor transferencia del fútbol mexicano en diciembre de 2017 y seis meses después fue una de las piezas claves para levantar el trofeo de campeón en el torneo Clausura 2018.
Siendo el mejor contención del fútbol mexicano en ese año y el mejor elemento de la selección nacional en el mundial de Brasil 2014, Vázquez confirmó en la escuadra albiverde la etiqueta de calidad que lo respalda.
La posición de medio de contención tiene como punto clave la recuperación de pelota, quitándosela al rival, interrumpiendo la circulación de balón o recogiendo el balón que el compañero intercepta o el rival entrega, es decir, se le pide defensa, pieza fundamental para conseguir títulos de campeón.
“El Gallito” ayudó a forjar desempeños ofensivos de quienes jugaron a lado de él en la media de contención, como Carlos Peña en León y Osvaldo Martínez en el propio Santos, elementos de buena conducción de pelota e ideas claras en el último tercio de la cancha en terreno rival.
La labor del 23 ha sido proteger las espaldas y entregar el balón a quienes saben del manejo en ataque.
El torneo Clausura 2018 fue un desastre para casi todo el plantel santista, incluido el propio Vázquez quien junto a Brian Lozano, Ayrton Preciado, Matheus Dória simplemente jugaron mal ese campeonato.
Para el torneo que recién terminó para la escuadra santista, uno de los pocos tuits que ha publicado el presidente del equipo, Dante Elizalde fue para anunciar que “El Gallito” seguiría en la escuadra albiverde en medio de versiones de prensa que lo ponían en Atlas, de ese tamaño fue le relevancia del mediocampista en la institución lagunera.
Desde la llegada a la dirección técnica de Guillermo Almada, José Juan estuvo confinado a la banca, desde ese lugar mantuvo su profesionalismo al contribuir con los pocos minutos de juego que tuvo.
No protestó públicamente, no se quejó y no provocó problemas. Es en estas circunstancias en que se mide el carácter de un futbolista, cuando el viento está en contra.
Es claro que Vázquez se va por no estar en el gusto personal de quien decide la alineación y no por baja de juego.
Sus últimos minutos con la escuadra santista fueron opacos, debido a la goleada que se sufría ante Rayados. Su ingreso era al minuto 60, no al 87.