El sistema de juego que implementó Guillermo Almada es el primer riesgo que asume el equipo Santos Laguna.
La presión alta requiere que los ofensivos (Brian Lozano, Julio Furch, Diego Valdés y Eryc Castillo) sean, primordialmente los jugadores que recuperen la pelota.
Si ellos no quitan el balón o cortan los avances del rival en terreno contrario entonces se llega al riesgo de que la zona defensiva quede desprotegida, ya que los contenciones son vulnerables, lo que provoca que los defensas tengan que encarar mano a mano a los ofensivos contrarios, la mayoría de las veces, desde la línea del medio campo.
El segundo riesgo es aumentar el número de futbolistas que están en la alineación titular por gusto del entrenador y no por su mejor nivel de juego y capacidades individuales.
Al tema ampliamente analizado de Ulises Rivas ahora se agrega Félix Torres en el lugar de Hugo Rodríguez.
El ecuatoriano no ha mostrado ser mejor que el mexicano y el precio se pagó en el gol del triunfo de los Xolos, cuando Torres no pudo cortar un balón en el medio campo, que originó la conducción y posterior definición de Mauro Lainez.
En el partido del pasado viernes vimos a Torres, Rivas, Castillo, Preciado y Rivero en el terreno de juego con poco o nada de aportación en el juego de conjunto santista. Este segundo riesgo, poner a los conocidos de Almada, lo veo difícil de solventar.
El cotejo frente a Xolos fue parejo y el árbitro Oscar Macías se encargó de inclinar la balanza a favor de Tijuana al errar en señalar penal de Gorriarán sobre Sánchez. Desde ese punto, los jugadores albiverdes se engancharon con el árbitro central y reclamaron todo.
La escuadra fronteriza defendió muy bien en el último tercio de la cancha, salió con balón controlado desde su propia área y generó peligro con menos tiempo de posesión de la pelota.
Carlos Orrantia también fue relegado en la convocatoria para el primer juego del torneo para llevar a la banca a Ayrton Preciado, por mucho, Orrantia ha mostrado y aportado más al equipo que Preciado. El doble riesgo en pleno.
