La eliminación de Santos Laguna es total responsabilidad de Guillermo Almada, el propio entrenador lo reconoció en la rueda de prensa posterior al partido de ida en Guadalupe, Nuevo León.
El capitán Jonathan Orozco y el delantero Julio Furch confirmaron lo que todos sabíamos pero que el técnico charrúa no vio: en el empate a dos goles había que jugar a la defensiva y ensuciar el juego.
Puede no gustar pero, en las condiciones del partido, se necesitaba recomponer el camino que fue tenso y terrible.
Entonces, la pregunta es: ¿todos estamos equivocados en la postura de jugar defensivo en Guadalupe, Nuevo León? Es decir, el entrenador no se puedo tomar cinco minutos para escuchar a sus propios jugadores y replantear ciertas posturas que se tuvieron en la fase de regular del campeonato.
Entiendo que en la vida las convicciones son importantes, sin embargo, en los juegos de conjunto, como el fútbol, las convicciones se tienen que combinar con los consensos.
Esa fue una de las virtudes de Robert Dante Siboldi en el título del torneo clausura 2018, cuando en el juego de ida de cuartos de final frente a Tigres se le venía abajo el equipo con marcador adverso de 2-0, decidió quitar la línea de cinco que no funcionó, sacó a Jorge Villafaña, recorrió a Jesús Angulo de lateral izquierdo, eso detuvo el desfonde, se pudo empatar el marcador global en la vuelta y terminó con el trofeo de campeón.
Si Almada no cambia la premisa sobre priorizar la ofensiva sobre la defensa, no va a evolucionar su carrera, al menos en México, porque sino levantas el trofeo de campeón en la Liga Mx no llamas la atención de los equipos con mayor presupuesto.
Seis meses después de haber dicho que Ulises Rivas lo tenía “fascinado”, el mediocampista cometió un penal que costó aumentar la desventaja, sin embargo, cuando el uruguayo repartió culpas por el pésimo juego defensivo, no incluyó en la lista de excluidos del once titular del pasado domingo al canterano santista, tal como sucedió con Hugo Rodríguez y Carlos Orrantia.
Los problemas en la zona defensiva santista fueron el pan de cada día durante la fase regular del torneo, aun con los triunfos de por medio.
El hecho de jugar sin contenciones y con sólo dos futbolistas con formación defensiva, eran problemas que iban a aparecer en cuanto subiera el nivel de exigencia de los rivales, como sucedió en la liguilla ante Rayados.
Cometer errores es válido, siempre y cuando se aprenda de ellos.
Ese será el reto para Almada, aprender de su omisión de decisiones, malas decisiones y negarse a cambiar de ideas en juegos de eliminación directa.
