Conforme se está acercando la toma de protesta del gobernador electo de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas el próximo 1º de diciembre, la efervescencia política (grilla) van subiendo las especulaciones sobre quiénes estarán como titulares en las secretarías más relevantes del Estado y los alcaldes de los 38 municipios.
Lo cuestionable de esos opinadores o “analistas políticos” es que sus profecías se enfocan al 100% en gente que pertenece o simpatiza con el PRI, olvidando que para haber ganado la gubernatura de Coahuila se aliaron con el PAN y el PRD; de no haber pactado con dichos partidos, la historia sería diferente.
Pues el voto se hubiera fragmentado en cuatro partidos, PAN, PRI, PRD, y Morena, donde cada uno llevara agua a su partido, y por obvias razones entre el PAN y el PRI, principalmente surgiría la contienda, toda vez que ambos partidos son rivales políticos de antaño, por razón de ideología.
Lo cierto es que la gente más que votar por la coalición, votó en contra de morena, pues motivos existen suficientes para haberle negado el voto al PRI, por lo menos en la Región Lagunera, donde el actual gobernador Miguel Riquelme, al principio de su mandato profetizó “Ahora el consentido será Saltillo”.
Y dicha promesa la cumplió cabalmente y para muestra nos deja el metro bus, obra que inició cuando él era alcalde de Torreón, y a la fecha nos deja de herencia la obra inconclusa; inclusive por prioridad y antigüedad de obras debería haber concluido el metro bus, más que el sv4c Sistema Vial 4 Caminos y el svvf Sistema Vial Villa Florida.
De haber dado prioridad al metro bus, los beneficiados serían las personas de a pie, gente que se mueve en trasporte colectivo; en cambio las obras tanto de Villa Florida, como 4 Caminos, (Cimaco) se beneficia al automovilista gente de clase media para arriba.
Inclusive ambas obras, con un sistema de semáforos bien sincronizados sería suficiente, dando oportunidad a terminar el metro bus al 100%, hasta haber concluido la 2ª parte de dicho transporte colectivo, donde el beneficiado sería el pueblo de a pie.
En otras palabras, de no existir el partido morena, los Coahuilenses hubieran votado por otro partido que no fuera el PRI, y el más viable sería el PAN, como sucedió hace seis años, donde el PAN y Guillermo Anaya “perdieron” por menos de un punto las elecciones.
Ahora resulta que los “politólogos y analistas” (de la Capital) hacen oráculos alegres, excluyendo tanto al PAN como al PRD ¡qué flaca y selectiva memoria tienen! Pero los Laguneros si tenemos memoria asertiva, para el caso de solicitar el voto algún futuro Senador como el aún gobernador “Lagunero” Miguel Riquelme, mismo que dejó obras inconclusas en Torreón, más no en Saltillo y norte de Coahuila, rogando que olvidemos lo inolvidable.