Hace unos días un grupo de personas, (incluyéndome) conversamos con Guillermo Anaya, entre múltiples temas, se le preguntó, por qué había bajado la guardia en la contienda electoral contra Miguel Riquelme, no obstante que gran parte del electorado, lo consideraba vencedor, pues hubo marchas y manifestaciones de apoyo en todo el Estado a favor de Él, cuando el Instituto Electoral de Coahuila, IEC anunció su veredicto.
La respuesta a dicha pregunta no se hizo esperar, y comentó que las campañas son muy intensas; pues visitó los 38 municipios de Coahuila y sus comunidades rurales.
Después de la resolución del IEC donde dictamina “ganador” a Miguel Riquelme, se judicializó la elección.
Pero al margen de la judicialización, gran parte de electorado Coahuilense salió a las calles a manifestarse, reclamando que hubo fraude, y que Guillermo Anaya fue el ganador de la elección; en dichas protestas, tanto en Saltillo como Torreón, se reunieron aproximadamente 40 mil personas en cada ciudad, acudiendo no sólo una vez, sin en varias ocasiones; mismas que también se hicieron valer en la mayoría de los 38 municipios del Estado.
No obstante que los mítines y protestas fueron en pleno verano a temperaturas rondando los 40 grados, Guillermo Anaya, acudió a todas las manifestaciones en el Estado, es decir, volvió a recorrer los 38 municipios, ahora defendiendo su legítimo triunfo electoral.
Cabe aclarar que la gran mayoría de los simpatizantes de Anaya, acudieron mínimo a un evento de campaña y después en defensa del voto.
En cambio el candidato asistió a todos y cada uno de dichos eventos, en todo el Estado, teniendo como orador principal a Guillermo Anaya.
Después de haber recorrido dos veces el Estado de Coahuila, la elección se judicializó; teniendo ahora, que acudir a todas las instancias tanto en Coahuila, como federales, para apelar dicho proceso electoral.
Finalmente la última instancia electoral, resolvió por muy estrecho margen, otorgar el triunfo al PRI.
Al final de la contienda y del sinuoso camino en tribunales, Anaya tiene la satisfacción de haber recorrido varias veces su Estado, donde el electorado lo tiene muy identificado.
Por tal motivo Guillermo Anaya, se encuentra en excelente momento, para representar a la posible y muy inminente coalición; De no concretarse la alianza, PAN, PRI, PRD, muy difícilmente, por separado obtendrían el triunfo; aunado a que por derecho le corresponde al PAN, como sucedió en Durango, que la estafeta en coalición, se la cedió un panista José Rosas Aispuro a un priista Esteban Villegas, con excelentes resultados electorales. Sumado a que el “alfil” de Riquelme no despega.