En efecto, como afirmó Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), en su mensaje de fiestas navideñas, la recuperación económica “ya tiene cara”, aunque va lenta y se focaliza en industrias relacionadas con el T-MEC como la electrónica, automotriz, el calzado y el sector agropecuario exportador. En 2021 se fortalecerá más por la aplicación de vacunas y mayor control de la pandemia.
Otro ejemplo de la mejoría es el arribo de los primeros 330 mil barriles de la refinadora Valero Energy al puerto de Veracruz, con lo que iniciará operaciones el primer corredor ferroviario en coordinación con el Grupo México Transportes (GMXT). El traslado de combustibles hacia diferentes partes del país será con una flota de cinco trenes a partir de esta semana.
Este sistema de distribución demuestra las ventajas competitivas en confiabilidad y seguridad del ferrocarril de carga, como el modo de transporte más idóneo para el manejo de hidrocarburos porque garantiza el abasto desde los puertos marítimos. GMXT trabaja en nuevas rutas de servicio con otras empresas de hidrocarburos; a través de sus filiales Ferromex y Ferrosur, mostró un crecimiento de 7 por ciento de enero a septiembre, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
También hay alertas en esta incipiente recuperación de la economía, como el tema de los metales que en el segundo semestre del año incrementaron sus precios. Ahí están el plomo, el cobre, níquel, aluminio o acero por motivos como la depreciación del dólar hasta la reactivación de la industria en China. Según el Wall Street Journal, los precios del cobre subieron a niveles no vistos en ocho años, mientras que el aluminio y el zinc aumentaron 40 por ciento o más desde mediados de mayo.
American Metal Market señaló que los precios de la chatarra ferrosa, que se utiliza para producir acero, subieron 70 dólares la tonelada. Turquía está comprando chatarra a Estados Unidos y Europa en fuertes volúmenes que provocaron el alza de precios y generaron un efecto dominó en el mineral de hierro, arrabio y hierro de reducción directa (HBI). Según datos de Alacero, el consumo del acero alcanzó 14 mil 245 toneladas en el tercer trimestre, un incremento de 15.9 por ciento respecto al trimestre anterior, apalancado principalmente por Brasil, México y Perú.
Bajo este contexto, la economía mexicana está sujeta a esta presión de precios de los commodities. Ya hay sectores industriales que demandan implementar medidas integrales de política económica y a dialogar para garantizar que los precios y mecanismos de mercado se ajusten adecuadamente. Y es precisamente el diálogo un elemento necesario para llegar a acuerdos con el gobierno, afirmó Niño de Rivera; el caso más cercano es la reforma a la ley del Banco de México.
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