El anuncio hecho por el Presidente de que va a expedir un Acuerdo para que “ya por completo la Guardia Nacional(GN) dependa de la Secretaría de la Defensa (Sedena)”, si bien implicará subvertir lo dispuesto en el Artículo 21 Constitucional (que la define como “institución policial de carácter civil adscrita a la Secretaría del ramo de Seguridad Pública)”, al mismo tiempo tratará de “legalizar” (más bien dicho formalizar) lo que en los hechos viene ocurriendo, desde abril de 2019: que “ la cuestión operativa, está a cargo de la Sedena” –como él mismo lo reconoció–; y, que no es “de carácter civil”, sino militar, ya que un 68% de sus 118 mil elementos provienen de la Sedena o de la Marina.
Dado que la oposición no va a aprobar una reforma constitucional para hacer ese cambio avanzará en su cometido en tanto el Congreso reanuda sesiones y la SCJN desahoga las impugnaciones que se presenten y las interpuestas contra el Acuerdo del 11 de mayo de 2020, que aún no resuelve. Entre tanto , culpará a la oposición de obligarlo a hacer eso; mostrará el control que tiene sobre la SCJN y gobernadores, para que acepten la violación que hará del orden constitucional; continuará con su proceso de militarización (cuyas razones profundas desconocemos); y buscará incrementar su apoyo popular, por las razones que enseguida expondré.
El Corporativo Latinobarómetro, incluye entre sus encuestas anuales una pregunta sobre lo que denominan “democracia Churchiliana” y que dice: “La democracia podrá tener problemas, pero es el mejor sistema de gobierno” y que se correlaciona con la de “no me importa que un gobierno militar llegara al poder, si resuelve los problemas” (en México, la primera la apoya el 57% y la segunda el 52%). Así entonces, el concepto “Seguridad Churchiliana” diría: “Si los militares se hacen cargo de la seguridad pública, implicaría violar la Constitución, pero si eso resuelve el problema, no me importa”. A eso le apuesta López Obrador.
Seguramente ya midió o habrá de medir el apoyo popular a su decisión de aplicar una seguridad Churchiliana. Sin embargo, hacerlo y no resolver el problema de la inseguridad, se le puede revertir en apoyo popular, y obliga a preguntarnos sobre cuáles serían entonces las verdaderas razones de la militarización en nuestro país.
Javier Hurtado