No puede ser que la Loca Academia de Vendepatrias no haya sido acreedora aunque fuera a un guiño del secretario Marco Rubio, que les pudiera llevar a acariciar la posibilidad de que Trump invada México para acabar con el comunismo de la Cuatroté. Rubio les dio con el látigo de su desprecio a Kinky Tèllez, Jojojorge Robero de Terrenos, Markitititio Cortés y Alititito Moreno que ya andaban vestidos con el uniforme del ICE.
Pobrecitos, tantos panchos para que ni los pelara el emisario trumpista que terminó reconociendo al gobierno de la presidenta Sheinbaum. Seguramente les salieron unos furúnculos en salva sea la parte que, tristemente, se les fueron mutando a carbúnculos cuando al ritmo de “¡Toma derechango tu banana!”, el ministro Hugo Aguilar declaró que era totalmente falso que se había ido a celebrar al Au pide de Cochon.
Pues una lástima porque los tamales de chipilín a la ratatuille son una delicia.
Fake news aparte, lo de una reporterilla llamada Leticia Robledo cantando la de “Clasismo como el nuestro, no hay dos en la vida”, fue como para la Historia universal de la infamia con un tuit de campeonato: “Yo no sabía que el restaurante Au Pied de Cochon, en Polanco, es un lugar donde comen los integrantes de nuestras comunidades indígenas. Imaginó que hay un lugar para resguardar los bastones de mando. Cada día aprende uno algo nuevo.” Como Alazraki diciéndole índito al ministro presidente.
Algo que está a la altura de la doctorcita Dresser que declaró que la ceremonia de Bastón de mando era la “¡Chamanización!” de la impartición de justicia. Como es lógica, ella prefiere la ceremonia del Año de Hidalgo (inguesummadreelquedejealgo) que aplicó la exministra Normita la del varo. Y claro, junto con el moñero Calderón estuvo echando pestes sobre algo que nunca pasó en un restaurante francés pues, desde su lógica de Piedradura Whitexican, ningún morenaco merece mancillar esos bendito lugares.
Por eso digo que a la ultraderecha le hacen falta verdaderos líderes como Sandra Baticuevas que, a pregunta expresa sobre qué libros había leído, respondió como mi licenciado Peña que La Biblia, y de los demás ni se acordaba. Al fondo se podía ver un dibujo de José Luis Cuevas que solo entornaba los ojos. Eso sí, afirmó la culta dama que la Rojo de la Vega es una mala imitación de ella.
Lo curioso es que ambas dos le rinden culto y le aplauden a Alito Moreno, líder de la Vecindad del Facho.
Con razón Marco Rubio los menospreció. Son peores que él.