Política

¿Qué tan lujoso es el lujo?

No hay certeza jurídica sobre qué diantres es no un lujo. La falta de protocolos claros se presta para malas interpretaciones. Para muchos es un lujo comer tres veces al día, para otros es renunciar al jabugo por culpa de la dieta.

La ultraderecha ni respingó por el relojote de 9 melones que traía Alitito Moreno, pero cómo se puso de cuentachiles con Andrés López Beltrán por ir a Tokio y pasar junto a una boutique Prada. Deben ser tan fans de él, que los de Ladillus le mandaron una marca tan personal para saber a qué horas va la baño, que la cobertura les debió salir más cara que poner una estatua de Calderón echándose una caguama en la barda de la refinería que nunca jamás exisitión. Mejor para la próxima que Andy se vaya a Tepetongo a Tepetonguear.

Como quiera que sea, recordemos cómo la Opo se puso peor que el Chicharito frente a una mujer que se niega a ser lavadora de dos patas, cuando el Noroñas estaba en el City Market o no se fue nadando a las europas.

Cuando mi licenciado Peña o Caldedrunk o Zedillo o Salinas hacen palidecer al Rey de España con su vida de juniors tóxicos en Madrid, la ultraderecha ni gestos hace, pero si algún izquierdista trae un reloj Kiseki y zapatos boleados se injertan en basiliscos energuménicos como Verástegui defendiendo el falocentrismo-hetero patriarcal-maniaco regresivo.

Eso sí, los arrebatos pequeños burgueses de Ricardo Monreal y Pedro cómo le Haces sí dan grima. Digo, está bien que sean comunistas de altos ingresos, pero no la chiflen que es cantada. Si ya están hartos de la austeridad republicana deberían pasarse al PRIAN que defiende la acumulación originaria de capital y la explotación del hombre, y cumplir su sueño de ser como Lady Polanco.

Así pues, como no hay una muralla que dividida todo lo que fue o no será parte de los lujos y costumbres, propongo que quienes puedan pagar los precios exorbitantes de los boletos para el Mundial en el Sstadio Azteca, sean el parámetro del lujo encarnado.

A lo mejor Monry y Haces quizá se estén convirtiendo en Sandra Baticuevas (la original, no acepte las malas imitaciones de la Rojo de la Vega), cuando declaró que odiaba la pobreza. Así, es muy probable que no les latan los últimos datos que confirman lo que en ningún medio opositor como a Atypical TV va a reportear: la profundización en la lucha contra la pobreza, al ritmo de por el bien de todos primero los pobres.

Los peores son aquellos que son tan pobres, que no tienen más que bitcoins.


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Jairo Calixto Albarrán
  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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