Lo mejor del sector opositors es su capacidad para convertirse en los parientes pobres del humor, debidamente acompañados por lágrimas negras, exacerbación telenovelera, y vistimización a pasto sin pathos incluido. Hoy se ha llegado a tal grado, que casi rebasan a López Portillo cuando se ponía como Pepe El Toro gritando ¡Tooooriiiiiiiitoooooo!
Y es que en apenas unas horas se conjuntaron los astros para que pudiéramos disfrutar en todo su arrebatado esplendor a Lady X llorar frente a las cámaras porque sólo le quería comprar una casa a su madre y sacarla de la pobreza, luego tuvimos la dicha inicua de contemplar el tuit de Chayito Robles en el que se declara insólitamente como una perseguida política, más tarde vimos a Markitititititito Cortés —ese rey del humorismo PANdo alegar con unos relámpagos y locura azuzando a los padres de familia para que quemen los libros de la SEP que traen contenidos comunistas que llaman a la lucha de clases y al libertinaje.
Ya lo más loco fue lo de Javier a la Torre, que de plano dijo que esos libros son comunista, él que no sabe ni qué es la revolución permanente según Trotski, igualito que Xóchitl Gálvez, y por eso desató esta Andanada de gritos y sombrerazos que provienen fundamentalmente de la ignorancia. Más o menos como cuando se fue contra el doctor Gatell de manera absolutamente ignorante como del Chertorinski Kinski.
Seguramente quieren una educacióncomo la del padrote Maciel, como si no hubiera suficientes historias de terror de chicas y chicos por haber pasado en escuelas de sacrosantos curas protegidos por Norberto Rivera Carrera. Sus sueños húmedos es el de una educación basada en adoradores el golpe de pecho, nostálgicos de la dictadura perpetua a lo Enrique Krauze. Todo para darle gusto a las lindas personitas de la reacción en México, en su afán por regresar a la edad de piedra, a los nostálgicos tiempos de la dictadura perfecta Krauze, al establecimiento de un pensamiento retardatario y basada fundamentalmente en la madre Conchita.
No es por intrigar amiguis reaccionarios, pero no estaría mal que en lugar de gritos y melodramas rancheros, en vez de escándalos y rasgarse las vestiduras, podrían hacer propuestas que cuestionen con toda calma con información, con solidez pedagógica y contribuir para mejorar las cosas. Pero lo único que se les ocurre a los xochitrolls y a los xochibots es hacer una pila de libros y quemarlos como en los tiempos de Pinochet. ¡Mi vidos!