Se pregunta el Judas de Ricardito Anayita quién será el Judas traidor de las nobles causas antisociales de la derechairiza en éxtasis. Este nada ingenuo charlatán que quiso ser presidente de un país que sigue sin conocer ya debería de saber que la oposición es su propio Judas. De ahí que la cosecha de autosabotajes que se aplica voluntaria e involuntariamente nunca se acabe, como si estuviera compuesta por un pelotón de Judas sin mecate.
O sea, todavía le dan vuelo a Pedro Ferriz, cuando con los ojos inyectados de sangre y de delirios mantiene la tesis de que Xóchitl ganó las elecciones, es premio Nobel de la Paz y mejor goleadora que Messi y Cristiano Ronaldo juntos. A lo mejor la derrotadísima candidata del huipil le prometió a Ferriz la Secretaría Para Quitarle al Pueblo lo que le Habían Devuelto de Todo lo Robado.
Y qué decir de la ministra Piña diciéndole a Adela Micha que sus piña boys necesitan de sus sueldazos para tener autonomía, cuando no ha dejado de ser dependiente de Peña, Alitititito Moreno y del PAN de muerto. Y lo mejor es que, mientras se niega a que haya democracia en la Tremenda Corte, justifica el paro de la institución a través de una votación entre los trabajadores para que sigan defendiendo sus PRIvilegios.
Eso sin contar a personajes como Raymundo Rivapayaso, ese Brozo sin peluca, asegurando que “AMLO engañó diciendo la verdad” y dejando entrever que en una de esas Claudia Sheinbaum no llega a ser presidenta. Para él, como para muchos comunicadores de la vieja y torcida escuela, la verdad sigue siendo irrelevante, pero los golpes blandos no.
Por eso en los letreros de los defensores del poder perjudicial se podía leer que esto ya es una dictadura (parece que nadie les ha dicho que si esto fuera una dictadura, no podrían salir a marchar ni espetar esas maravillas) o lindezas como “La justicia popular crucificó a Cristo y liberó a Barrabás”; no había visto ese capítulo de La Rosa de Guadalupe.
Algo tan ridículo como los priistas —guiados por el Moreira malo— saliéndose en tropel de San Lázaro, como si alguien los fuera a extrañar. Solo comparable con la reportera de la fuente del Hunan, Lulú Mendoza, que mandó su columna llena de elogios para el poder perjudicial para que la ministra Ríos-Farjat le diera el Vo. Bo. Y al ver a varios columnistas, cualquiera diría que de la Tremenda les mandaron un machote y nomás llenaron los espacios en blanco… ¡con los ojitos en blanco!