Me apoltrono para contemplar la final regia, donde por fin llegan los equipos que más invirtieron y menos se amparan en los pretextos y el sectarismo. Ya quisieran en el Frente un poco de todo eso para elegir a sus candidatos, pues desde que el chuchinero se metió al show, simplemente parece que ya bailó Berta las de reguetón. Mejor entre Mancera y Anaya deberían de apostar a Tigres o Rayados y el que gane se queda con la candidatura. O se van a matar.
Mientras esto ocurre, me imagino con terror, igual que el resto de nuestra opinocracias a la que casi no se le da la histeria colectiva, al señor licenciado don Peje abriendo celda por celda con su bonche de llaves para que salgan los capos del crimen organizado (a los que supongo negándose a abandonar sus magníficas celdas decoradas al buchona style, desde donde controlan negocios y sicarios, debidamente protegidos por la autoridad como en el penal de Piedras Necias, digo, Piedras Negras); también pienso en la tranquilidad que trasmite la exitosa unción de Pepe Mit como candidato tricolor y de don Mikel Arriola, del IMSS, autodestapándose para la candidatura al Gobierno de la CdMx, en su calidad de Mini Mit.
O sea, el triunfo de la Big Band Technocracy. Algo así como la venganza de los nerds, en donde podemos incluir a Pepe Toño Anaya, quien lloró al aceptar el cargo en la Secretaría de Hacienda con el Vo.Bo. de los bulleadores de la CTM, la CNOP y la CNC.
En algún momento pensé que Lozoya-Lozoyita podía entrar en este grupúsculo, pero después de que a cada rato aparece una grabación de alguien de Odebrecht señalando que aceptaba más sobornos que Javidú, mejor será dejarlo en stand by hasta que le manden su dotación de amparos como es debido.
Como quiera que sea y para tranquilizarnos y hacernos comprender todo el bien, todo el mal, gracias a Dios las reformas estructurales, que le han hecho la mar de bien a México como se puede comprobar con los bajísimos niveles de pobreza y los altísimos niveles en materia de desarrollo social y económico, tienen asegurado su futuro fecundo y creador gracias a la excelsa mancuerna hecha en el cielo de los neochoznos de don Plutarco, el dotor Mit y el Nuño Artillero, dos revolucionarios institucionalizados con corazón neoliberal. Dos gratísimos personajes que, para demostrar su calidad de Chicago boys de cuidado, se tomaron un video en un auto mientras el candidato manejaba con suavidad (como seguramente hará con la patria) en algo que algunos han denominado Car Fool Karaoke solo porque parecía que juntos entonaban el clásico del Buki, “Qué difícil es vivir sin PRI”.
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